▶『 La Nueva Novata 』
El ascensor ascendía con un zumbido constante, su única iluminación provenía de luces intermitentes que luchaban contra la oscuridad. Dentro, una chica se encontraba sentada, abrazando sus piernas y cubriendo su cabeza con sus manos, su respiración era errática.
—Hana —se repetía a sí misma, intentando aferrarse a la última hebra de su identidad—. CRUEL es bueno —murmuraba, una frase que resonaba con ironía en su mente.
Sus rasgos, aunque marcados por la fatiga de innumerables pruebas, conservaban una belleza serena. La expresión de su rostro, cansada y desgastada, hablaba de los experimentos a los que había sido sometida. Vestía ropas cómodas pero desgastadas, sucias por el tiempo y el uso, testimonio de su lucha por sobrevivir. Su cabello largo y lacio, normalmente pulcro, ahora caía en una cascada despeinada sobre sus hombros.
El ascensor se detuvo en seco, y el silencio que siguió fue abruptamente roto por voces de asombro provenientes del exterior.
—¿Otra vez la caja? —se escuchaba murmurar a una voz incrédula.
—¿Pero qué es esta vez? —preguntaba otra, la curiosidad teñida de confusión.
Las puertas se abrieron con una súbita y dramática invitación, permitiendo que un haz de luz solar penetrara con una intensidad cegadora. Hana, obligada a cerrar los ojos, se tomó un momento para aclimatarse a la repentina claridad. Al levantar la mirada, percibió las siluetas de varias personas asomándose al interior con una mezcla de curiosidad y asombro.
—Es una...
—¿Chica? —se preguntaron entre ellos, intercambiando miradas cargadas de incredulidad. —Yo la pido —declaró uno con un tono juguetón, provocando una ola de risas entre la multitud.
Ella, con un gesto defensivo, se replegó hacia una esquina, escudriñando a cada uno de los presentes. Un muchacho se inclinó ligeramente para observarla mejor, su ceño fruncido denotaba una evaluación meticulosa.
—Día uno, novata —anunció, intentando tomarla del brazo.
Con una agilidad sorprendente, Hana capturó su brazo y lo torció con destreza, extrayendo un quejido de dolor del joven, mientras los otros observaban con una mezcla de burla y respeto. Con un empujón decidido y un movimiento fluido, lo derribó, se apoderó de un cuchillo y se deslizó fuera de la caja, alejándose del grupo de muchachos. Al contacto con el pasto, su cuerpo experimentó una debilidad momentánea, como si el simple acto de pisar la tierra fuese un recuerdo distante. Sin embargo, no se dejó abatir y se puso de pie con determinación, empuñando el cuchillo y lanzando una mirada desafiante a su alrededor.
—Parece que te vencieron, Gally —comentó un chico moreno, su tono impregnado de sarcasmo.
Gally, con una expresión de enfado, emergió de la caja, fijando su mirada en la chica.
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𝐅𝐔𝐆𝐀 𝐂𝐎𝐍 𝐈𝐋 𝐂𝐔𝐎𝐑𝐄
Science FictionCuando Thomas despertó en el laberinto, todos pensaron que era solo otro novato. Sin embargo, la sorpresa no terminó ahí: la caja emergió una vez más, revelando a dos chicas, incluyendo a una joven prodigio. La llegada de Teresa, quien parecía tener...