Capitulo 2.

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Oteba reflexionaba sobre sus malas decisiones que había hecho

— (Sí me hubiera dado cuenta a tiempo) — pensaba mientras esperaba en el hospital— (esto talvez jamás habría pasado). Ella aun estaría viva.

Los médicos se estaban encargando del príncipe de Raud aunque algunos se opusieron esto hizo que su jefe los amenazara con despedirlos ya que su tarea no era juzgar a nadie sino salvar vidas sin importar quien sea.

Oteba seguía reflexionando de lo que paso y miraba a Charlie con impotencia y recordaba el pecado que hizo a su propia hija.

— (mi hija, mi nie...)

El anciano rey se dio cuenta de que tenía a su nieto al cual lo había dejado con una persona muy mala para que le hiciera la vida miserable. Algo que ya no podía dejar que siguiera.

—Elizabeth— llamó rey a una joven guerrera de 19 años de cabellos blancos, atado con una cola de caballo, alta, de ojos azules fríos y vestía una armadura gris.

—Dígame majestad— dijo la chica con voz fría y llena de odio ya que se enteró de lo que había hecho.

—Necesito que te quedes aquí—ordeno el rey—yo debo ir a buscar a alguien.

—Como ordene su majestad—dijo de manera cortante y tratando de disimular su enojo.

El rey salió en busca de su nieto y esperaba que estuviera bien. Salió del hospital y subió a su carruaje el cual no necesitaba de caballos

—a donde majestad—pregunto su chofer quien era el que conducía aquel carruaje

—Al establo—ordeno algo que el chofer ya conocía de antemano.

—Como ordene majestad—dijo encendiendo el carruaje el cual comenzaba a salirle vapor

— (Espero llegar pronto) —acordándose que lo tenía trabajando en el establo y era quien cuidaba a los dos sementales que tenía en su poder—date prisa.

—Si ya voy—dijo el chofer quien ya tenía el carruaje encendido-vámonos

Oteba llegó al establo en 5 minutos gracias al carruaje el cual era veloz, y vio como la cuidadora lo perseguía sin piedad con un látigo. Si lo alcanzaba podría lastimarlo de gravedad.

—Ahora vas a ver maldito mocoso—dijo la mujer al tenerlo arrinconado—te voy a dar como nadie te ha dado en la vida.

La mujer iba a azotarlo con su látigo, pero en eso una mano le detiene su acción, el cual era mismo rey al cual al ver que le iba a pegar con el látigo furioso dice:

—que intentabas hacer.

La mujer en defensa a lo que iba hacer contesto:

—lo que usted me ordeno: hacerle la vida miserable.

Al oír eso se llenó más de culpa pero en eso con valor dijo:

—Es cierto, te dije que le hicieras la vida miserable—dijo sacando su espada de su vaina y colocándosela en el cuello— Pero nunca dije que lo torturaras o intentaras matar. Si no llego a tiempo no sé qué le habrías hecho.

—ya sé porque ese cambio—dijo la mujer ya que también escucho el rumor de lo que paso—al parecer ahora desea limpiar su imagen. Hipócrita.

—Me da igual mí puta imagen lo que quiero es cuidar lo poco que me queda— dijo el anciano rey decapitado a la mujer que era la madre de Zack— uno más uno menos sé que no cambiara nada en mi vida.

El niño al ver lo que hizo intenta escapar, pero Oteba se lo impide.

—No me haga daño—dijo el niño al ver que aún tenía la espada llena de sangre—no le diré a nadie lo que hizo.

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⏰ Última actualización: Apr 26 ⏰

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