CAPITULO 1

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El instituto Nuestra Luz a las 8:30 de la mañana era, probablemente, el sitio más concurrido del pueblo a estas horas. Más de 100 adolescentes a las puertas del edificio barroco que se encontraba intacto, esperando a que comenzara su "tortura". Para Kyshla no era así, siempre había sido bastante curiosa, le fascinaba la investigación y el aprendizaje que este conllevaba.

La puerta de entrada se abrió dejando ver una silueta bajita, regordeta y pelirroja. Era, sin duda, la conserja del centro, Martha, una mujer de carácter y misteriosa que siempre andaba encorvada y te miraba directamente a los ojos, a través de sus gafas de ojo de gato, con una mirada intimidante.

–¡A clase!– Gritó Martha, provocando que todos los presentes se asustaran y se colocaran con la espalda completamente recta para no recibir una reprimenda. Acto seguido una gran marea de chicos y chicas de entre 13 y 16 años entraron al edificio.

Kyshla iba por los pasillos buscando su aula pero no hacía más que chocarse con todo el mundo, recibiendo <<¡mira por donde vas!>> y cosas así, de parte de los otros. Ya era la decimoséptima vez que se chocaba con alguien pero esta vez provocó que se le cayera las cosas que llevaba la otra persona en una caja.

–Lo siento muchísimo, en serio– dijo la joven algo avergonzada–. Espera que te ayudo a recogerlo.

Cuando levantó la cabeza se encontró con unos ojos azul mar y una cabellera castaña alborotada. La joven la miraba sonriente.

–No te preocupes, así pierdo clase– se aclaró la garganta–. Quiero decir... eres nueva ¿verdad?

–No, soy invisible.

–¿A qué te refieres?

–A que no soy nueva y no me conocías, lo que pasa es que soy como un fantasma que vaga por los pasillos del instituto sin que noten mi presencia.

La otra chica se rió, le gustaba el sentido del humor que tenía Kyshla.

–Bueno, chica invisible, yo soy Amythi pero llámame Amy. ¿Me puedes decir donde está la clase de química?, tengo que llevar esto.

–Claro. Por cierto me llamo Kyshla.

–Me gusta más "la invisible".

Y las se dirigieron riéndose y haciéndose preguntas para conocerse mejor, de camino al aula de química.

La llave [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora