Rosas muertas | (Caesar x Zhenya) [PAUSADA]

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—U-Ugmm... Más fuerte, mierda...

El albino murmuró entre gemidos ahogados mientras presionaba su cabeza en la pared. Caesar lo siguió embistiendo contra la pared mientras agarraba sus piernas hacia arriba.

Zhenya intentó mantener su equilibrio en la pared contra las bruscas embestidas de su contrario, rodeó sus brazos en su cuello.

—¿Ya te cansaste...?

Caesar también tenía la respiración agitada, obviamente, para unas nueve rondas...

—...Nnghh, yo... No estoy por rendirme, podré recibir pero aún sigo...

—Bueno, en eso tienes razón.

Empujó más adentro de Zhenya, su miembro estiró sus entrañas dilatadas y abiertas, Kendo estimuladas con sus movimientos. La punta de su cabeza tocando su punto dulce.

Zhenya arqueó la espalda contra la pared y ahogó su gemido mientras se mordía el labio, después miró abajo al ruso con una sonrisa lujuriosa.

—...¿Tu culo da para otra ronda más?

—Cuando realmente me veas cansado te detienes, por ahora puedo resistirlo...

—Es algo sorprendente, me corrí estás ocho veces dentro de ti, debes estar lleno.

—No tanto... mhhgg...

Caesar apretó las caderas del albino, Zhenya lentamente envolvió sus brazos alrededor del cuello del ruso, presionó sus piernas en sus caderas y después se apegó a él para sentir mucho mejor las embestidas.

Sabe lo que estaba haciendo.

El rubio aprovechó y empujó a Zhenya fuertemente, su longitud comenzó a endurecerse dentro del albino nuevamente y este cerró su agarre alrededor de su eje.

—Mierda, me vas a cortar la polla, abre más tu agujero.

Zhenya soltó un gruñido ahogado por los gemidos que aguantaba y murmuró, su cabeza presionada en el cuello del dominante.

—Eso intento hacer...

Caesar suspiró, busco una mejor posición y después puso a Zhenya sobre el suelo, abrió más sus piernas hacia arriba, construyendo la posición misionera.

—A-Aghhm- ¡Estás muy-

—¿Profundo?

Él se río levemente con deseo y lujuria.

—Puedo sentir tu próstata.

El albino continuó temblando, su respiración estaba agitada y sus labios estaban con marcas de sangre viva por morderse al querer retener sus gemidos.

Las embestidas de Zar se volvieron mucho más fuertes que antes, su pelvis chocando contra la entrepierna de Zhenya, provocando que su miembro rebote con cada empujón.

Zhenya a este punto estaba perdiéndose en el placer y miraba al ruso lujuriosamente.

El sonido chapoteante resonaba por toda la habitación, sábanas mojadas, la pared manchada de semen al igual que el suelo. Caesar disfrutó ver el rostro de Zhenya de frente, podía ver sus reacciones...

Zhenya se agarró de los brazos del de ojos albinos, el miembro de Zar chocaba nuevamente el punto dulce de Zhenya, dándole escalofríos y haciéndolo retorcerse.