Todos en el Campamento querían a Evangeline Turner.
Era imposible no hacerlo.
La hija de Apolo tenía una luz propia que te alegraba el día,y siempre viajaba con una sonrisa por donde fuera.
Una luz tan profunda que atrajo al mismísimo Señor de los M...
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04 : EVIE PAINTS THE TOWN PINK
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Nadie más que Percy Jackson se sorprendió cuando al despertar esa mañana antes del desayuno, y varias horas antes de las que se despertara el resto del Campamento, podías encontrar a un grupo de gente en el límite del bosque.
Percy fruncio el ceño cuando vio a varios chicos que reconoció de la cabaña Apolo haciendo flexiones cerca de los árboles, con la cara muy roja y los ojos abiertos.
— Oye, ¿que esta pasando?— pregunto a Annabeth, quien también parecía despierta mucho más pronto ese día por alguna razón.
La hija de Atenea, quien había estado perdida en su estrategia para el juego que se avecinaba, salió rápidamente ante la pregunta del semidios.
— Oh, pasa todas las semanas— dijo viendo como ahora todos se levantaban y se metían al bosque, empujandose entre ellos mientras corrían hasta el lago par aluego volver. Sólo una persona se había quedado en el límite del bosque, y miraba fijamente entre los árboles con los ojos entrecerrafos, esperando — Desde que eligieron a Evie como su entrenadora para Atrapa la Bandera.
Percy parpadeo varias veces, aún sin entender nada.
—¿Qué?
Antes de que Annabeth pudiera contestar, la hija de Apolo desvío su mirada del bosque y los vio. Al instante les dirigió una gran sonrisa y se dirigió a ellos aún manteniéndose alerta del bosque.
— Hola, Percy, Annie— al contrario de sus hermanos, Evangeline no tenía ningún indicio de que hubiera hecho algo de deporte. No tenía ni una gota de sudor en su rostro, ni jadeaba, y tampoco su piel se había vuelto roja del esfuerzo —¿Preparados para Atrapa la Bandera?
— No creo que nunca estemos tan preparados como ellos— dijo Annabeth haciendo un gesto hacia el bosque con diversion— Un día de estos vas a matarlos, Evie.
— Fueron ellos los que me eligieron como entrenadora— dijo encogiendose de hombros — Yo solo me tomo en serio mi trabajo.
Percy parpadeo varias veces, sin saber si lo que estaban hablando era realmente confuso o el hecho de que se hubiera levantado tan pronto estaba afectando a su cerebro.
Prefirió pensar que era lo último.
— Espera, ¿te han elegido como su entrenadora?— la semidiosa asintió — Pero desde que he llegado no te he visto nunca peleando, ni usando un arma que no fuera un arco.
— Yo tampoco lo entiendo, Percy. Lee dice que es porque es difícil decirme que no, pero creo que esta exagerando — dijo girandose a vigilar un momento los árboles cuando escucho un ruido.
