Prólogo

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- Malditos mosquitos - decía el castaño mientras golpeaba su brazo con la palma de su mano - no tenías un mejor lugar para una cita?

Solté una carcajada.

- Vamos, no es malo que le des un poco de sustento a quien lo necesita - dije con una sonrisa burlona.

- Ja, Ja, muy graciosa - me miró de mala manera para después sonreír dulcemente.

Y ahí está ese chico de rulos hermosos y ojos preciosos entre el campo de flores amarillas, combinándose muy bien con el atardecer detrás de él... y yo era la chica que lo admiraba con una sonrisa y las ilusiones a mil.

Veía los colores, lo veía a él... Él era mi amor Amarillo.

Esa tarde, en medio de la naturaleza vibrante y el zumbido de los insectos alrededor, supe que había encontrado algo más que una simple cita. Era el comienzo de algo especial, donde cada pétalo dorado de aquellas flores parecía pintado por el mismo amor que florecía entre nosotros. Bajo el cielo anaranjado del atardecer, con el aroma dulce de las flores impregnando el aire, nuestras risas se mezclaron y los corazones se abrieron al encuentro de dos almas destinadas a brillar juntas en un mundo que, finalmente, se había llenado de color para mí.

Amor Amarillo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora