Capítulo 20

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Liam

Ella está sufriendo, puedo notarlo por como su cuerpo se mueve, como su rostro se contrae, como está peleando por no gritar, aún así, sé que lo está dando todo, todo por nuestra bebé, la curiosidad me gana, veo a nuestra hija nacer, apenas moverse, sobre todo una vez que está con Hanna.

La veo, es tan perfecta, tan pequeñita, como me la imaginé muchas veces, la cara de cansancio de Hanna es válida, pero empieza a ponerse aún más pálida, entonces recuerdo porque no podía estar feliz en este momento, porque la opresión en mi pecho no ha desaparecido

-¿que tienen?- lo sabía, sabía que esto podía salir mal, sabía que podía perderla, siento la impotencia apropiarse de mí en ese momento, no entiendo muy bien que dice la doctora, pero una enfermera me pide que la acompañe afuera, me niego, me veo rodeado de varios enfermeros que me sacan y un par de minutos después sacan la incubadora con la bebé, esto no puede ser cierto, le indico a Justin que estamos en la clínica, no porque fuera mi primera opción sino porque estoy segura que Hanna quería avisarle a Perlie, quince minutos después los veo entrar por la puerta

-¿Qué pasó?- pregunta Perlie mirándome, no soy capaz de responder, no sé que está pasando, pero duele.

-La encontré con contracciones en la casa, la traje de emergencia- atino a decir

-¿Significa que la bebé ya nació?- veo una sonrisa en su rostro y estoy molesto, de no ser por esa niña, nada de  esto estaría pasando

-¿A quién le importa si ya nació?- cuestiono molesto, me importa un comino, solo quiero saber como esta Hanna, veo su cara de enfado, está por responderme pero una enfermera se nos acerca

-¿Cómo está mi esposa?- le pregunto casi suplicando por aquella información

-No es tu esposa- recalca Perlie a mi lado

-Lo siento tanto señor, yo venía a informarle que la bebé ya está instalada en los cuneros, tuvimos que ponerle oxigeno, al tratarse de un parto prematuro sus pulmones no se desarrollaron por completo, tendremos que seguir su evolución, por ahora estará en la incubadora por un par de semanas dependiendo de su progreso, pero ya puede pasar a verla

-No me interesa- suelto, la chica asiente algo perpleja pero no me importa, es la verdad

-De acuerdo, si desea verla debe hablar conmigo o alguna de mis compañeras, como está delicada las visitas están algo restringidas y solo puede acercarse con alguien del personal médico - dice antes de irse, lo siguiente que siento es mi mejilla arder, con tal fuerza que casi me voltean la cara

-¿Qué clase de padre eres? ¿Cómo crees se que sentirá Hanna cuando se entere de como estas tratando a tu hija?

- Primero, si me vuelves a tocar Perlie, estarás en graves problemas, segundo, mi mujer se esta muriendo por culpa de esa niña, no esperes que me vuelva un padre abnegado cuando me está quitando lo que más amo

-Por es o mismo, si Hanna decidió poner la vida de su hija sobre la suya, al menos deberías honrar sus deseos, la bebé también te necesita, y lo hará aun más si pierde a su madre

-Si Hanna muere, será su maldita culpa

-¿Su culpa?, acaba de nacer, ¿Qué culpa tendría? siempre pensé que eras un imbécil, pero acabo de comprobarlo- desaparece por el pasillo, Justin me abraza, yo tampoco iría detrás de esa mujer en ese estado, Perlie molesta asusta, lo abrazo y lloro, porque ahora mismo lo único que siento es miedo

***

Una hora, han trascurrido exactamente sesenta minutos desde que llegamos a la clínica, cada minuto se me hace prácticamente eterno, cuando veo a Perlie aparecer por el pasillo con una ligera sonrisa solo quiero pedirle que se largue pero me contengo

Por favor no te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora