Por favor no te vayas

Capítulo 24

Ambas salimos del hospital el mismo día, Destiny estaba subiendo de peso gracias a mi leche materna, pero tendría control con el pediatra más seguido, al irnos el pasillo estaba lleno de doctores y enfermeras que aplaudieron nuestra salida, porque era algo que se hacía con aquellos bebés que nacen prematuros y lograban salir adelante, agradecia mucho eso, porque mi bebé era una guerrera, desde el mismo instante en que quedé embarazada.
No puedo evitar llorar de nostalgia, llegué a pensar que la única que saldría de aquí sería ella, mi novio abre la puerta de atrás donde hay una silla de bebé, con mucha delicadeza dejo a mi pequeña que trae el conjunto lila con el que estaba programado que saliera del hospital, aún le quedaba grande, me quedé junto a ella todo el transcurso a nuestra casa.
Según me dijo Liam nadie sabía que nos habían dado el alta, la última semana se tomaron medidas con prohibición de visitas para nosotras, el único que podía vernos era Liam, prometió explicarme el porqué pero en aquel punto, dudaba de saber la verdad, porque seguía evitando el tema y yo no tenía ganas de darle más vueltas al asunto.
Porque ahora lo único que me importaba era mi pequeña familia
Saco a la pequeña de su silla y la llevo a mi pecho para que sea más fácil cubrirla con la mantita que Perlie me regaló, en cuanto salgo del auto siento la mirada de Liam
-¿Qué?- pregunto sin dejar de mirar a mi niña
-Te ves hermosa de mamá- dice abrazándome
-¿Crees que lo hagamos bien?
-lo vamos a hacer excelente
Cuando entramos en la casa, la misma se sentía como un lugar completamente diferente, en la sala, había un bambineto, ropa de bebé doblada y uno que otro juguete, en medio de la cocina y el comedor una especie de silla columpio que había visto en Amazon para dormir bebés
-¿qué es todo esto?- le pregunté a Liam, quien únicamente se encogió de hombros y dejó un beso en nuestras frentes
-hice algunas compras que no hiciste y adapte nuestra casa para nuestro nuevo miembro, quiero que el tiempo que estés aquí puedas estar cómoda con nuestra hija en cualquier parte de nuestra casa, subo las escaleras con la intención de ver una cosa que dejé incompleta al ir al hospital
La habitación es tal y como la imaginé, la decoración, los muebles, todo lo que aún no estaba terminado, ahora lo estaba, era hermoso, justo como me lo había imaginado
-Recibí algo de ayuda, de hecho mucha, solo supervisaba por videollamada a los chicos, porque no podía dejar sola a mi familia- me hizo saber
-Es perfecta Liam- digo con una sonrisa
-Aún no ves nuestra habitación- camino detrás de él para darme cuenta que nuestra cama de dos plazas se vio reemplazada por una king zide y en el medio está una almohada extraña, el Moisés está de mi lado de la cama, el cambiador en medio de la habitación, una nueva mesa auxiliar junto a mi mesa de noche con biberones y algo que me imagino es para calentarlos y las esquinas de todos los muebles tienen algo de plástico
-¿No crees que es demasiado?
-creo que no
acuesto a la pequeña en la almohada que resulta ser un aditamento para que pueda dormir en una cama sin correr algún peligro, me acuesto a su lado, acariciando su escaso cabello rubio mientras duerme profundamente, no sé en qué momento, también me quedo dormida

***

Abro los ojos, el sol apenas y está asomando por la ventana, mi bebé duerme plácidamente sobre el pecho de su padre, quien no tuvo problema en levantarse en la madrugada para cambiar uno que otro pañal y de despertarme para alimentar a nuestra bebé, como si notara mi mirada sobre ella, sus ojitos se abren y puedo mirar lo parecido del color con los de su padre, se la quito porque seguramente tiene hambre, igual que yo, por lo mismo me la llevo a su habitación para poder cambiarla a gusto, efectivamente la ropa que vimos le queda gigante, pero hay un cajón lleno de ropa que no había visto, le pongo un pequeño conjunto verde menta que Liam seguramente le compró, según me dijo compró mucha ropa nueva pues la talla 0 le quedaba gigante y los pañales normales abarcaban casi todo su cuerpo.
Una vez vestida y como sigue tranquila, decido ir por mi desayuno, pues dar a luz y despertar de un coma me han abierto mucho el apetito, bajo las escaleras con la bebé en brazos, para dejarla en el columpio que le compró su padre y ahí está Perlie
-casi me da un mini infarto- le hago saber, ella se encoge de hombros despreocupada porque lo único que parece importarle es la bebé, Perlie me mira con súplica, la verdad es que desde que Destiny nació solo Liam y yo la hemos tenido en brazos, le extiendo mis brazos para que sostenga a mi bebé, la mira y sus ojos se llenan de lágrimas, Perlie vivió conmigo la angustia detrás de mi embarazo, el miedo a todo lo que podía salir mal
-Hola, Destiny, soy la tía Perlie, esperé mucho por poder tenerte así, cargarte es un sueño hecho realidad- le susurra a mi bebé con los ojos llenos de lágrimas
-ustedes dos casi me matan, fui al hospital a primera hora y me dijeron que ya les dieron el alta, como se les ocurre no avisar - nos regaña
-Liam quería que nos instalaramos primero antes de recibir visitas, no me regañes ahora tienes una sobrina preciosa, estoy bien, es todo lo que importa- asiente aún llorando, de pronto la voz de Liam suena a nuestras espaldas, está inquieto, claro, hasta hace menos de veinte y cuatro horas, era el único a parte del personal médico, que cargaba a nuestra hija.
-Los chicos también están ansiosos de conocer a la pequeña, apuesto que sus padres también se mueren de ganas por conocer y cargar a su nieta- hace saber, miro a Liam quien me devuelve la mirada algo incómodo , para él es complicado compartir a Destiny, tampoco voy a negarlo, para mi también

***

todos nuestros amigos y familia están reunidos en la sala de la casa, pero parecen no estar dispuestos a hacer ruido, la pequeña que dormía en un Moisés en medio de la sala era el centro de atención, ni siquiera sabía quién había puesto la cuna ahí pero no me importaba, Liam parecía un guardaespaldas, no dejaba que nadie tocara a nuestra hija, a excepción claro de mí, y a regañadientes nuestros padres
-Tomate esto viejo, te ves agotado- tras recibir la bebida de Leo, Liam cayó dormido en un sillón
-De nada amigos- comentó acercándose a la cuna
-¿qué hiciste? - quise saber
-solo le puse un muy buen somnífero, que ni crea que no me va a dejar cargar a esta princesa- Perlie no deja que la cargue, no hasta que estén correctamente desinfectados, en cuanto Liam dejó de ser un dolor de trasero, todos se acercan a la bebé, algunos la cargar, Harry por ejemplo lo evita porque cree que es muy pequeña, creo que esperará a que tenga más o menos la edad de Tay para cargarla, después se despidieron prometiendo volver para ver a su sobrina, me quedo únicamente con mi padre.
-si deseas lo puedes hacer tú- le digo estirando a Destiny para que la tome pues acaba de comer, lo hace con gusto, le pasó el pañito que yo uso en caso de que devuelva algo y él empieza a hacerlo
-Sabes una cosa, cuando tú naciste eras muy grande, vaya que fuiste un trabajo duro para tu madre, soy capaz hasta de decir que duplicadas su tamaño - camina de un lado al otro de la sala -¿Y Liam despertará pronto?
-Eso espero, aunque el efecto de los somníferos suele ser de ocho horas, al menos ya va unas cuatro
-¿Por qué no nos dijiste nada?- su voz suena herida
-Ves la cosita que tienes en tus brazos, si lo hacía y estaban de acuerdo con Liam, ella no estaría ahí, papá, siempre la elegí a ella, aun sin saber que sería niña o si estaría bien al nacer, la elegí a ella y el silencio fue una forma de protegerla, lo volvería a hacer- miro a mi pequeña quedarse dormida en el hombro de su abuelo- lo haría una y otra vez solo por tenerla conmigo
-casi se mueren las dos- susurra pasandome a mi bultito menta
-pero ahora ambas estamos bien
-fue demasiado el peligro
-papá, hice exactamente lo que tú hubieras hecho, si a ti te hubiera tocado elegir, entre tú y yo
-te habría elegido a ti sonrio, pero no llego a su mirada, no hasta que la bebé en mis brazos soltó un pequeño suspiro.