Consuelo

192 21 4
                                    


Consuelo

(Taro Misaki)


Corte! Excelente trabajo, es todo un éxito!

- no estoy acostumbrado a las entrevistas, pero tú lo haces que sea más ameno- habló Matsuyama mientras era ayudado a quitarse el micrófono por la señorita que se encarga de los sonidos- muchas gracias por tu paciencia.

-Nosotros queremos agradecerte por abrirnos las puertas de tu hogar y tu tiempo para realizar este encuentro- dejé a un lado mi libreta de apuntes, me acerqué hacia mi amigo de la infancia y le di un efusivo abrazo- y gracias a todos ustedes, excelente trabajo

Las personas que se encargan el detrás de cámaras aplaudieron emocionados por el éxito de nuestro trabajo y empezaron a guardar todos los equipos e implementos que habíamos utilizado para esta entrevista en exclusiva con Hikaru Matsuyama desde su departamento en Londres.

Siendo yo el encargado de las noticias de deportes, mi misión es seguir de cerca el crecimiento de todos los jugadores y entrenadores en su formación profesional. No negaré que a veces cuando estoy narrando un enfrentamiento entre dos equipos de futbol, la melancolía me invade a mi corazón y deseo con todas mis fuerzas poder jugar junto a mis amigos.

-es cierto! Recordé que Yoshiko encontró algo en medio de nuestra mudanza y queremos entregártelo- Matsuyama exclamó emocionado- Espérame un momento, ahora vuelvo. Estas como en tu casa.

Al escuchar el nombre de la prometida de mi amigo, no pude evitar recordar que ella comparte el mismo nombre que mi media hermana. Un nudo en la garganta me impedía decir como realmente me sentía tan solo evocar en mi memoria el accidente donde salvé su vida pero me lesionó la pierna izquierda; esa tragedia fue el comienzo de mi final en mi carrera futbolística. Logré realizar un tratamiento para poder jugar aunque sea unos minutos en la final juvenil, gracias a mi intervención logramos la victoria pero con un gran sacrificio por mi parte: aquella decisión terminó rompiéndome por completo y alejándome de mis sueños dorados.

Después de la tormenta, tenía que seguir con mi vida y estaba seguro que deseaba seguir lo más cerca posible a Tsubasa y mis amigos en su desarrollo profesional, así que decidí la vocación de periodista deportivo. Informar a todos los fanáticos del futbol y el deporte las últimas noticias sobre los jugadores más influyentes del medio, avanzando con esfuerzo y sacrificios este nuevo camino; además que las visitas a Barcelona cada vez se hacían más seguido, admirándome con el juego competitivo de Tsubasa.

Hasta el cumpleaños del capitán donde Tsubasa me confesó sobre sus planes a futuro, pero despertar en navidad y ver su rostro dormido junto a mi lado es un recuerdo que atesoraré en mi corazón para siempre.

-Misaki, estás demasiado callado. Si deseas hablar sobre eso, puedes confiar en mí- la voz de mi amigo me sacó de mi ensoñación. El número doce de la selección japonesa se acercó donde yo estaba sentado, miró a los camarógrafos que salían de su sala llevando los equipos y al ver que ya estaban a lo lejos, susurró- acaso es sobre tus sentimientos hacia Tsubasa?

-Tsubasa y yo solo somos amigos- hablé mientras me quitaba los lentes y los colocaba en el bolsillo de mi camisa- no importa cuanto lo ame, mi amor es no correspondido.

-¿te declaraste a Tsubasa?- preguntó Hikaru mientras sus ojos mostraban asombro

-Ni siquiera fue necesario decirle que lo amo, Tsubasa me dijo que está enamorado y piensa pedirle matrimonio cuando gane el mundial - agaché la cabeza un poco triste, mi amigo posó su mano en mi hombro en señal de apoyo- yo lo único que deseo es su felicidad, solo quiero seguir viendo su hermosa sonrisa. Por favor, ya no quiero hablar sobre ese tema por el momento.

Un silencio incomodo gobernó el departamento de Matsuyama, se escuchaba a lo lejos las sonrisas de mis compañeros de trabajo mientras la suave caricia en mi espalda por parte del defensa japonés me daba un poco de consuelo. Dejando a un lado las fotografías de nuestra infancia que Matsuyama quería obsequiarme.


La entrevista que cambió mi vida / TsubasakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora