Mother.

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Hongjoong se encontraba a punto de caer dormido en una de sus clases, recién iniciaba semestre de la universidad y este período tenía clases tan aburridas, ahí estaba en la clase de Administración del Tiempo, sus ojos cerrandose hasta que por fin dieron por terminada la hora, honestamente no era la clase, sino el maestro además de que no había podido dormir bien por estar buscando empleo, su padre le exigía que comenzara a ser responsable y buscara un empleo pero no encontraba uno que se acomode a sus horarios de la universidad.

Por ahora, volvía al aula junto a Yunho, su amigo desde primer semestre, quien le copiaba las tareas pero a Hongjoong no le molestaba en lo absoluto.

Llevaban algunos snacks para comerlo mientras empezaba la otra clase aunque en realidad era un taller donde les orientan acerca de la salud mental y física, llevaban dos semanas de clases pero ese taller aún no tenía maestro asignado hasta el día de hoy.

Pronto entró la que sería su asesora, una mujer alta, esbelta, su cabello corto, una fina cintura, sus gafas la hacían destacar y verse aún más intelectual (y hermosa según lo que algunos alumnos murmuraron al verla entrar), con su bolsa en mano y el maletín de laptop en la otra, con movimientos elegantes y sutiles atrapó la atención de todos.

— Lamento mucho venir hasta el día de hoy, su segunda semana de clases, tuve un viaje de imprevisto pero bueno, ya estamos aquí.— Disculpándose con todos y algo apenada procedió a presentarse. —Mi nombre es Park Seonghwa, les estaré dando seguimiento a cada uno de ustedes a lo largo de este semestre donde los orientaré, cuidemos de su salud emocional.—

Y con una radiante sonrisa, dió inicio a presentar el material del taller.

Pero no prestaban mucha atención, más bien, Hongjoong no prestaba atención, su asesora y el cuerpo de la misma.

—Oh madre...—

————

—Que buena está la maestra Park.— Dijo Yunho ya sin poder callarlo más.

—Es hermosa...— Murmuró Hong, aún embelesado por su belleza.

—Te imaginas tener esas...— El más alto sólo hizo seña con sus manos y supo a que se refería y Hongjoong no dijo nada, pero entendió, es hombre, claro que entendió.

Semana después tuvieron de nueva cuenta el taller y les atendió de manera individual en su oficina para llevar temas personales y privados.
Era el turno de Hongjoong y no podía estar más nervioso.

—Adelante, toma asiento.— Indicó Seonghwa mientras cerraba la puerta y el alumno obedeció.

—Muy bien, ¿Cuál es tu nombre, tu edad y qué carrera te encuentras cursando?—

—Kim Hongjoong, tengo 20 y estoy en segundo semestre de Gestión Empresarial.— Y la docente anotaba todo en la computadora, concentrada mientras el chico su vista se perdió desde su cuello donde cuelga una delicada cadena, las clavículas expuestas, la piel visible hasta sus...

—¿Hongjoong?— Y fue atrapado aunque disimuló bastantes bien.

—Disculpe, maestra Park. Tengo demasiada tarea y me distraje pensando en ello.— Mostró aflicción en su rostro el cual agachó después.

—Tranquilo, cielo. Si necesitas alguna orientación o ayuda, sólo dime. Para eso estoy justamente y no te robaré mucho tiempo, sólo quiero que me cuentes un poco de ti, ¿Estás bien con eso?— Y el pelirrojo asintió.

Comenzó contando que vivía solamente con su padre el cual sólo piensa en trabajar, por ende descuidó su crianza después de que su madre les abandonara, a Seonghwa se le apretó el corazón.
Contó que en sus futuros planes estaba trabajar mientras estudiaba y que él sólo quería ser músico, pero apenas estaba aprendiendo a tocar la guitarra y está afinando sus técnicas. Aunque sabía que su padre no lo permitiría ya que es él quien paga su universidad con lo cual estaba agradecido pero no quería estudiar su carrera actual.

Hoshi | SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora