Short Skirt

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Seonghwa, la porrista más linda del grupo actual de animadoras del colegio pero también la más tímida e introvertida, pero no se trate del momento de salir y presentar su coreografía, animando al equipo de futbol porque se le olvida la timidez y mueve sus caderas llamativas al ritmo de la música, sus pompones igual resaltando sus movimientos, su cabello ondulado y corto que le llega hasta el cuello moviéndose de manera delicada, manteniendo su rostro despejado al ser sostenidos por una diadema lisa a juego con su uniforme de porrista. Sólo bastaba verla sonreir en el escenario para derretirse por ella.

Por supuesto que era la envidia, lindas curvas, un abdomen plano, piernas largas, pechos voluptuosos, un tono de piel bronceado que sólo la hace lucir aún más exquisita.

Pero esa era Seonghwa porrista porque al retirarse el uniforme, no podrías reconocerla con sus prendas oversize, su cabello recogido en media coleta desprolija, sus vans de siempre y su mochila con algunos pines.

Su inseguridad siempre fue su cuerpo hasta que la obligaron a unirse a las porristas, estaba en el momento equivocado con un grupo de chicas a las cuales se llevaron a la oficina de rectoría para aplicarles una sanción, ¿Qué estaban haciendo? Fumando dentro de la escuela, Seonghwa no se había dado cuenta ya que se quedó dormida leyendo en el pasto, justo donde llegaron aquellas chicas a fumar llevandosela a ella también en el grupo.

A todas les tocaron diferentes castigos, servicio comunitario, unirse al equipo de ajedrez, pero a ella, la suerte no estaba de su lado, y ahora ya tenía un año como porrista, siendo la que se roba toda la atención.

Y tenía un admirador, un chico que durante mucho tiempo intentó acercarse y lo único que logró fue preguntarle un par de veces si había hecho la tarea.

Un chico dedicado, estudioso, responsable, un nerd.

Cuando ella se unió a las porristas sus intentos de siquiera hablarle se fueron a la basura, ahora pertenecía a otro grupo donde él no encajaba.

Los integrantes del equipo de fútbol eran los primeros en reírse de él y aprovecharse de su timidez y de sus conocimientos por supuesto.

Ese día él quedó atrapado en el cuarto de los jugadores, limpiando los balones que utilizaban para entrenar, le hicieron la maldad, aunque su suerte por fin cambiaba. Seonghwa entró al cuarto de lockers para cambiarse, se había quedado detallando una coreografía y era prácticamente la última en irse del lugar, sólo que no esperaba la presencia de alguien más, ella comenzó a cambiarse y un muy hipnotizado Hongjoong le observó sin decir nada hasta que su torpeza lo delató tirando al suelo un par de balones, mirando asustado a la chica quien terminaba de quitarse el short utilizado para entrenar, aún vestía su uniforme de porrista.

Ella se acercó para ayudarle y asegurarse que estuviera bien el chico.

—¿Qué haces aquí tan tarde?— Preguntó con voz tan suave que Hongjoong se puso duro.

Ella se agachó para recoger lo que el chico tenía regado en el suelo y la mirada de Hongjoong se posa en la vista que le regala debajo de su falda.

—Yo... Estaba ayudando al equipo a limpiar esto.— Dijo con algo de dificultad.

Asintió la chica mientras le entrega un paño húmedo.

—¿Te tienen amenazado no es así?—

Él tardó unos segundos en asentir.

—¿Y encontraste algo interesante debajo de mi falda?— Confrontó, inclinandose, sus pechos casi a la altura de su rostro.

Hongjoong, no es virgen, pero tampoco es que la ponga a diario, pero vaya que tiene experiencia. Sólo le ponen nervioso las mujeres.

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⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

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Hoshi | SeongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora