-Como te llamas?- Dijo sonriendo, SONRIENDO, esto es un sueño.
Nunca en mi vida creí poder hacer esto, es loquísimo, pero el vale la pena, Franco Zanelatto vale la pena.
-Micaela, Micaela Rossi-Dije casi en un hilo de vos, es que estoy muriendo de...
Me levanté desorientadisima, lo digo por la alarma a las 6:30 de la mañana, odio, odio y odio levantarme antes de las 8.
Dejemos eso de lado y admiremos el hecho de que Franco está durmiendo a mi lado, en mi cama y agarrado a mi como si el mundo se fuera a terminar.
Saqué su brazo de mi cintura y también su cabeza del hueco de mi cuello y traté de levantarme sin hacer ruido, me dirigí al baño para lavarme los dientes y la cara rapidísimo.
Una vez lista fui a semi-echarme a la cama para poder levantarlo.
-Francooo- Toqué suavemente su cara y después le hice caricias en su cabeza, el fue abriendo los ojos poco a poco.
-Levántate- Dije para que el se despierte por completo, cuando reaccionó me vió y sonrió, que hermosa mañana ¿No?. -Buenos díassss.- No pude evitarlo y sonreí igual, ¿Ya les había dicho que me encanta como brillan sus ojitos?
-Buenos días.- Se que es muy temprano para gritar internamente pero su voz ronca de la mañana lo es todo, me hace sentir cositas de mujer. -Que hora es?-
Miré la hora en mi celular. -Son las 6 y media.- Hice un puchero, necesito que entienda mi profundo odio a levantarse temprano, peor aún después de haber "madrugado".
-Todavía tienes sueño?.- Me preguntó en un tono bajo (Obviamente porque mi mamá aún estaba durmiendo) pero con esa voz, esa vozzz.
-Siii.- Respondí un poco chocha, me sentía muy engreída con el pero igual seguía con mi puchero. Me pegué un poquito a el pero me jaló completamente y dejó un piquito en mis labios. Yo enterré mis brazos y manos en su ancha espalda.
-No se te hace tarde?-
-Si, pero es muy necesario estar así contigo, aunque sea dos minutos.-
Mi corazón se va salir de mi pecho en cualquier momento.
Hundí mi cabeza en su cuello, para que no se de cuenta que estoy roja obviamente y me dormí, ni siquiera me di cuenta hasta que escuché que Franco me estaba hablando.
-Micaaa, ya me voy, son las 7 y quince, ¿No quieres que te lleve al gym por ahí?-
Me levante de golpe y le pedí que me esperara, lo bueno es que no me arreglo taaanto para ir a entrenar.
Finalmente estuve lista y nos fuimos, el me dejó en mi gym y el se fue a su entrenamiento en Matute.
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Lo sientoo
Se que es MUY corto y es un cap de relleno pero me resfrié y no tuve ganas ni para agarrar mi celu, hice un esfuerzo enorme en este cap.
Cuando me sienta mejor y más inspirada les juro que se los voy a compensar.
