¡¡¡¡Ohh!!!! Por dios que felicidad somos 2213 personas leyendo mi historia. Muchas gracias. Este capitulo esta dividido en dos partes, por lo que aquí tenéis la primera.
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El aire volvió a entrar en mis pulmones. Sentía que la paz había regresado, que ya no había nadie sobre mí, que todo estaba en silencio. Sus manos ya no tocaban las mías, ni mi piel, ni dejaban rastro alguno. Él ya no estaba, no en la cama, no en el salón, no en la habitación. No se escuchaba nada, solo sus pasos alejándose poco a poco, tratando de irse con el mínimo ruido posible. Después de todo el dolor que me había causado al menos tenía la decencia de dejarme libre.
Me levanté de la cama, aun sintiendo el dolor que él me había causado. Ese dolor que nunca se iría, el dolor de una traición y el dolor de una violación. Pero claro, parecía que todo el mundo estaba esperando, esperando para saber qué había pasado en esa habitación, se había consumado. Daba igual si yo había dado mi aprobación, esa consumación, es decir, que yo hubiese aceptado tener sexo con él. Pero claro, ¿a quién le importa? A una pobre chica huérfana, a una pobre chica a la que nadie quiere. La única gente que había mostrado algún simple pretexto para adoptarme me había acabado destruyendo aún más, por el centro de lo que ya estaba antes de toda esta pantomima de la boda. Yo era feliz, feliz con Stefan y con la vida que había soñado junto a él.
Todo el mundo se giró al oír una puerta abrirse y vieron aparecer a Violet con dos niñas pequeñas, una cogida a su mano que se veía más mayor y la otra que era la más pequeña estaba cogida al cuello de Lucifer.
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