"Linaje de sangre" [El último miembro del clan Kure]

Hokkaido

El joven sintió un escalofrió subir desde lo más bajo de su espalda, y que subió hasta su cuello. Giro en dirección opuesta al anciano y se negó a volver a verle. Temblando levemente solo pudo observar sus manos temblorosas, se sentía mal, le faltaba el aire y se dio cuenta que estaba sucumbiendo ante el estrés. Todo el mundo pasaría por lo mismo tras tal revelación.

Bajando el torso se sujetó la cabeza con aun ese malestar presente. Su respiración se volvía cada vez más pesada y esta vez sentía que se iba a desmayar por completo. No obstante, sintió la mano de su supuesto abuelo extendida sobre su espalda, transmitiéndole tranquilidad y seguridad.

- Hey calma, respira poco a poco lo menos que quiero ahora es matar al último familiar que me queda, y para ser más justos a mi propio nieto-. Declaro sencillo intentando calmar a su nieto que con el paso de los segundos se iba reponiendo. - Eso respira por la nariz suelta por la boca, como una melodía suave y concisa.

Con el paso de los segundos el malestar se fue yendo. Se iba sintiendo mejor con el paso de los segundos, alzando el torso. Vio en dirección de su abuelo este le veía con una sonrisa más calmada, ya no era esa aterradora mueca que busca simular una sonrisa entre sus labios. Ahora si era lo que intentaba simular.

- Gracias... ¿entonces usted y yo somos familia? -. Sus palabras contenían cierta incredulidad, aunque este sentimiento no era un verdadero estorbo para formar la pregunta que tenía.

- Reconozco que no es algo fácil de asimilar, ciertamente esperaba esta reaccione con muchas más posibilidades, pero me alegra que esté yendo bastante bien... si somos familia más específicos nieto y abuelo-. Respondió tranquilo, alejando su mano de la espalda del mocoso, al verle más calmado y estable. - Sé que debes de tener preguntas por suerte yo tengo las respuestas a todas ellas, no obstante este no es el sitio indicado para responderlas además quiero que consultes una propuesta que te tengo.

El rubio escucho completamente atento al anciano, cada palabra, cada gesto que hizo le presto atención, hasta ahora podía notar como la sonrisa que habría en su labios se perdió, y ahora la seriedad se encontraba puesta sobre la cara arrugada y consumida por el tiempo de vida que llevaba transcurrido.

- Conozco tu situación actual, así que, te parece irte conmigo. Iniciar de nuevo tu vida en un nuevo lugar, ya no siendo Hiroki mori si no que Hiroki kure-. Comento tranquilo viendo a la cara al muchacho.

Tras oír eso, solo pudo abrir sus ojos como si fueran platos, hace simples segundos conoció a este anciano, hace simples segundos lo veía como un completo desconocido, alguien ajeno a él, pero ahora era distinto, sentía como si siempre hubiera estado junto a él en las buenas y las malas. Ahora él, era una salida para la vida tan asquerosa a la cual habría estado obligado a vivir durante varios meses, salir de las mentiras, el abuso y el morbo. Únicamente pudiendo sonreír, nunca antes se sintió tan seguro de una de una simple respuesta.