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Siglo XIX después de cristo. Doce de la media noche del día seis del mes
seis del año 1886, según el calendario gregoriano seria la fecha que revelaría el nacimiento de la niña que llevaría la marca de la bestia. Durante años millones de sacerdotes han pasado sus conocimientos, la información recolectada y los
indicios sobre el temible día a sus sucesores. Los pergaminos eran estudiados por tres sacerdotes para descifrar la fecha exacta del nacimiento del bebé y juraron
ante Dios hacer todo lo necesario para salvar la humanidad.
El padre Amaro encabezaba el trio de sacerdotes ungidos para llegar a cabo el acto más grande
de misericordia en la actualidad. Era un hombre de mediana edad criado en el seno de una familia católica. Sus ojos arqueados estaban acompañados por grandes anteojos, su menuda boca parecía formar una línea recta y casi
imperceptible en comparación a su nariz alargada. Tenía claro cuán importante y peligrosa era su misión. El padre Santoro fue huérfano de padre a muy temprana edad, su cabello castaño cubría sus orejas, sus ojos almendrados se perdían entre
sus ojeras, el cansancio de su labor estaba pasándole factura. Por su parte el padre Barsotti era el más joven de los tres, sus ojos destellaban frescura, provenía de una familia acomodada y con firmes creencias religiosas.
Había llegado el día y podía sentirse en el ambiente tan terrible
nacimiento.

El cielo nocturno se tiñó de rojo sangre y grandes cantidades de aves negras volaban en círculo alrededor de la luna, el viento estaba pesado, inquieto y abrumador. Ese día treinta y uno de octubre de año 1999, parecía caprichoso que la víspera de todos los santos la semilla del mal emergería.
Gritos desgarradores eran opacados con crueldad sin saber el triste destino que le espera. En una estéril y fría camilla yacía la mujer escogida para llevar en su vientre el bebé de satanás. Faltando dos minutos para la medianoche las luces en todo el mundo comenzaron a parpadear, los animales gemían alterados
moviéndose de un lado a otro, al unísono los televisores solo transmitían estática.
Los sacerdotes acompañados de un numeroso grupo de monjes buscaban en cada hospital las mujeres que alumbraron a una niña y revisaron si portaban la marca. Aquellos que servían al rey de las tinieblas tenían un plan para hace cumplir la profecía. Una espesa oscuridad invadió la morgue y cinco personas
ubicadas alrededor de la mujer se encontraban de pie cada uno sobre la punta del dibujo una estrella. Pentagrama invertido plasmado en el suelo con la sangre de un cordero bebé. Un simbolismo utilizado para ofender a Dios. Las doce en punto y
la oscuridad tomaban forma diabólica sobre ellos. Era lo que daría inicio al
nacimiento.

-Así como una María fue escogida para concebir al hijo de Dios, asimismo
una María es escogida para traer al hijo del diablo -dijo el líder de los oscuros- , que tu sangre sea su primer alimento.

Tras haber dicho esa frase atraviesan un cuchillo al costado del cuerpo de
María y le dan de beber su sangre al bebé.

-Te llamaras Lucy Bell -dijo-, y sus ojos se tornaron negro en su totalidad.
-Rápido hay que irnos, los sacerdotes están aquí -interrumpió quien
vigilaba.

Tomaron a la niña y dejando atrás a la mujer desangrándose huyeron
ocultos entre las sombras.
Encontraron una horrorosa escena, , la mujer apenas tenia fuerzas para
moverse pues su sangre salía a borbotones. El padre Santoro tomó la mano de María como gesto de piedad y consuelo, orando casi en silencio por el alma de la mujer. Con su último aliento de vida dio a luz un segundo bebé, los monjes ayudaron al padre a recibir a la pequeña niña con la esperanza de poder cambiar
la profecía.

-No tiene la marca -anunció el padre mientras la envolvía- no puede ser la niña. Nos equivocamos.


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Buenos días a todos. Con el mal dentro es la primera historia corta perteneciente a la serie de libros HISTORIAS OSCURAS.
Espero que la disfruten.

Con el mal dentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora