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El amor para mi tiene piel clara, ojos marrones y cabello teñido.

No es ese amor que me deja pensando todas las noches, ni el que me tiene hecho un caos en la cabeza. Ella es ese amor que sabes que está allí y guardas silenciosamente.

Ella no sabe lo que pienso sobre su persona, ni tampoco tiene idea de lo que ha hecho en mí. Ella es una luz divina que inició como una amistad más y se volvió objeto de devoción.

Su sarcasmo contra la vida, su valentía enfrentando a quienes nadie enfrenta, y su capacidad de sonreír mientras habla de algo triste, es lo que me hace sentir admiración y cariño hacia ella.

Sus lágrimas las seca un segundo después de soltarlas, porque está destruida. Es aquella destrucción que no puedes dejar de contemplar porque cada llama es luz en la oscuridad.

Definitivamente, ella es la definición de amor. Amor inocente, sin ningún morbo, simplemente amor. Ella me enseñó lo que soy y nunca supe descifrar, ella es esa falsa felicidad para muchos y tristes lágrimas para mí.

Pero amar es una palabra muy fuerte, no me siento capaz de decir que la amo, pero la quiero. La quiero tanto que solo guardo mi cariño para mí y no soy capaz de confesarselo a ella.

Poemario N°2: RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora