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Amor hay en sus palabras, palabras que ocupa para rimar. Él es ese poeta que me niego a soltar.


Acércate a mí si eres valiente, gentil poeta, atrévete a quemarte con mi calurosa silueta. Mi mente está intoxicada, mis pensamientos son pecado, pero todo eso se tapa con el angelical rostro que Dios me ha dado.

Quizás ahora me veas cómo dulzura pura, o maravillosa belleza. Créeme si te digo buen poeta, no soy una de esas.

Te agradezco si te quedas luego de descubrir lo que soy, una estatua llena de grietas que solo aparenta ser fuente de amor.

No me culpes si terminas mal por mi, tampoco te atrevas a decir que no te advertí. Aunque este poema no tiene receptor se que eres consciente de que está dirigido a ti.

Luego de todo caos, si es que sigues allí, estaré feliz de decir que mueres por mi. Si, querido poeta, eso significa el amor para mi.

Poemario N°2: RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora