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"Hay una estrella en el cielo, una muy brillante, creo que si la miro por mucho tiempo, ya no podré olvidarte."


Si pensamos mucho en el futuro tal vez nos perdamos demasiado del presente.

Mi niño interior aún sueña con una boda, tu de negro, yo de blanco ¿Que te parece?
A veces siento que mi vida es aburrida, pero después lo miro a él, y digo "Wow, ¿que hice para merecerlo?

Por qué es el, el chico con ojos de Bambi, risa escandalosa. Con sentimientos profundos y simplemente él, Jeon Jungkook.

Y después viene el cáncer y me recuerda que tal vez no lo merezco, y que el merece alguien que pueda vivir y algún día casarse.
Alguien con quién tener hijos, con quien compartir su vida.

Y pam, me encuentro en lo más alto pensando en su seguir o simplemente rendirme y ya no luchar.
Estoy cayendo al vacío, y la verdad es que el miedo me invade.

«Moriras, ese es tu destino» me dice una y otra vez la voz de mi cabeza.

Mierda, lo se.

Este ya no es mi cuerpo, ya no soy yo.

Yo era lindo, con un cabello rubio hermoso, ojos brillantes, sonrisa linda. Pero fui demasiado ambiente para este mundo ¿No es así Dios?

Es la sexta nebulización del mes y los análisis no son la excepción, no hay mejora en la enfermedad, simplemente me comienzo a sentir listo para morir.

Jungkook se ha vuelto como un chicle, de un lado para otro a mi lado, supongo que tiene miedo.

¿Por qué? Yo no lo tengo, realmente hay paz en mi interior, como si estuviera listo para marcharme.

¿Crees que haya una vida más allá de la muerte?, yo sí lo creo, una en la que todo es más fácil. Sin dolor de cuerpo todo el tiempo, sin nebulizaciones, ni medicamentos asquerosos.

Algo me dice que el dolor se acabará.

- Tienes que bañarte Jimin - el chico castaño insistía

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- Tienes que bañarte Jimin - el chico castaño insistía.

- No quiero, duele

- Lo se pero llevas una semana sin bañarte - Jungkook se comenzaba a desesperar, Jimin no se quería bañar, ni comer y ya llevaba una semana así. - Park por favor

- QUE NO QUIERO! - Jimin comenzó a llorar desesperadamente - ¿Simplemente no me puedes dar unas pastillas para el dolor?!

- No puedo, has tomado demasiadas.

- Pero duele! - Jimin se encontraba recostado en la camilla del hospital, mientras sollozaba - solo una pildora más - suplicaba con frustración.

- Lo siento, no puedo

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