1: Sorpresa

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Era una mañana cualquiera en la torre de los pequeños, ya no tan pequeños. Eran las 10 de la mañana, un domingo, día de descanso para los chicos.

Un Marshall de 15 años recostado, revuelto en las sábanas, durmiendo como si nunca hubiera pasado tiempo en su cama. Los ronquidos del dálmata invadían el lugar, hasta que Rubble llegó corriendo al cuarto de este, y sin hacer mucho ruido subió a la cama de Marshall para luego comenzar a saltar mientras gritaba
— "¡Levántate Marshall! ¡Hay que ir a desayunar!" —
El dálmata se despertó asustado, con los ojos abiertos como platos, pensó que había un terremoto o algo así, pero al escuchar la palabra "desayuno" y esa voz chillona pero tierna del bulldog, se tranquilizó y vio a Rubble con una mirada seria
— "¿Qué dijimos de los sustos en la mañana?" —
Rubble bajó de la cama de Marshall, se le quedó viendo por unos segundos, ya que no recordaba lo que le había dicho Marshall ese día, hasta que habló
— "Ni idea... ¡Ahora vamos a comer!" —
Tras decir eso, el bulldog se fue corriendo hacia el comedor con emoción. Marshall lo vio irse con una sonrisa, para luego sentarse en su cama y colocarse unas pantuflas que siempre usa, se colocó un abrigo, ya que esa mañana estaba lloviendo, el frío era insoportable y se fue al comedor, aún con sueño.

 Marshall lo vio irse con una sonrisa, para luego sentarse en su cama y colocarse unas pantuflas que siempre usa, se colocó un abrigo, ya que esa mañana estaba lloviendo, el frío era insoportable y se fue al comedor, aún con sueño

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El dálmata al llegar al comedor tomó asiento, viendo su plato vacío, pensando que no tenía tanta hambre pues el nunca fue bueno para comer tanta comida en el desayuno, no le gustaba tanto.

— "¡NO ROCKY! ¡YO VOY A USAR ESE ASIENTO PORQUE ES MI ASIENTO!" — Se escuchaban los gritos de Rubble, el cual estaba agitando a Rocky con fuerza mientras gritaba
— "¡YA, YA ME LEVANTO! Dios mío contigo." — Dijo el raza mixta para luego sentarse junto a Zuma, quien estaba aún medio dormido y aún despeinado.
— "¡Yey!" — Exclamó Rubble, para luego sentarse en el lugar por el que batalló por 5 minutos casi a golpes.

Chase y Skye estaban sentados juntos, riéndose un poco mientras murmuraban entre ellos, a Marshall le pareció raro ese comportamiento, ya que Chase y Skye nunca fueron así de unidos, para el hasta ni se llevaban tan bien, o eso creía.

Ryder llegó con un plato, el cual tenía una montaña de panqueques, lo dejó en medio de la mesa para luego sentarse en su asiento y voltear a ver a Zuma
— "Ey, rulitos, ya despierta, vamos a comer"—
El labrador abrió los ojos algo exaltado y vio a Ryder con una sonrisa nerviosa, asintiendo con la cabeza, tratando de ignorar que Rocky, "su mejor amigo" le estaba acariciando la mano por debajo de la mesa.

Ryder al notar la reacción de Zuma, se rió un poco y luego vio a Chase
— "Bueno Chase, ¿Qué era lo que nos querías decir?"—
Chase se levantó de su asiento, y Skye hizo exactamente lo mismo. Todos estaban confundidos, en especial Marshall.
— "Pues, Anoche Skye y yo nos desvelamos en el balcón, hablamos bastante y ahora somos.. Algo más que amigos..."— Dijo el alemán con un leve sonrojo en sus mejillas, viendo a Skye, la cual estaba sonriendo emocionada y agarrando la mano de Chase. Todos se emocionaron al escuchar la noticia y empezaron a aplaudir y felicitarlos, excepto Marshall, el cual estaba a procesando lo que acababa de escuchar, a punto de llorar ahí mismo.

Lo difícil de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora