Lo difícil de amar

4: Rabia

Habían pasado unos 5 días desde aquel suceso, aquel cumpleaños, aquel secreto que llevaban guardando Rubble y Marshall.
Estaban todos sentados en el comedor, en la cena, menos Ryder, pues tenía trabajo que hacer y de nuevo faltó a la cena, como era de costumbre. Marshall y Rubble llevaban todos esos días sin dormir bien y sin hablarse entre ellos, ya que obviamente esa información les quedó pegada como un chicle en la mente y les revolvía el cerebro con tan solo recordarlo. Ellos estaban demasiado nerviosos, no se miraban y solo veían sus platos de comida bastante serios, como si de un funeral se tratara.

Chase, quien estaba sentado junto a Skye notó este comportamiento de parte de Marshall, y ya que se conocían desde pequeños sabía que eso no era normal en el, por lo cual volteó a verlo y le colocó la mano en el hombro algo confundido pero preocupado para luego hablarle.

— ¿Pasó algo? Llevas toda la cena así — cuestionó Chase

Marshall se puso demasiado nervioso ante esto, pues lo que menos necesitaba ahora era que Chase saliera de preguntón, otra vez, aunque le encantaba, se veía tan lindo cuando estaba preocupado por el, mierda ¿En que estaba pensando? Volteó a ver a Chase, controlando sus nervios y sonrió dulcemente, pero sin poder disimular bien que guardaba un secreto.

— Tranquilo, estoy bien, solo me duele un poco la panza — Respondió Marshall aún sonriendo.

Chase no pudo evitar soltar una pequeña risa ante la respuesta de Marshall, mientras aún posaba su mano en el hombro de este.

— ¿Crees que sigo cayendo en el "me duele la panza"? — Dijo sonriendo. — Ya dime que te pasa, Marshall. —

El dálmata vio a Chase con una mirada nerviosa, esa sonrisa dulce se desvaneció al darse cuenta de que era obvio que estaba mintiendo. Negó con la cabeza rápidamente, haciendo sus nervios cada vez más notables. Rubble lo miraba, se dio una leve palmada en la frente, pensando: "Dios mío con este chico".

— No me pasa nada, ya te lo dije... — remarcó Marshall, nervioso. Rodó un poco los ojos para ver a Rubble, el cual lo estaba viendo con una mirada fija y amenazante, tratando de decirle que disimulara.

— Bien, si tú lo dices. — Dijo Chase algo serio, supo que le estaban ocultando algo, pero tampoco iba a seguir insistiendo. Volteó a ver a Skye y su sonrisa se volvió más notable, había tenido un buen día en tanto sus deberes policiales, ya que hace poco Ryder lo inscribió en una academia policial. Empezó a hablarle sobre cosas de policías bastante emocionado, parecía un niño pequeño, cuando se emocionaba con los demás se comportaba así, tan feliz. Su sonrisa se desvaneció cuando notó que Skye no le estaba prestando toda la atención que Chase quería, pues estaba viendo de reojo a Rubble de vez en cuando, se dio cuenta de que algo estaba mal y que Rubble no era el único que sabía, pues había estado actuando raro todo este tiempo, ¿Pero a quien me podría haber dicho?

Marshall se quedó viendo unos segundos su plato, pero de los nervios se le había quitado el hambre ante aquel momento con Chase.
— Permiso, no quiero comer, gracias. — Dijo Marshall para luego levantarse de la mesa e irse a su cuarto rápidamente.

Claro, Marshall sabía todo, pues Rubble y Marshall son mejores amigos desde que Rubble llegó al equipo. Skye vio cómo Marshall se iba, sin escuchar a Chase, pensando en si era verdad que Marshall sabía, pensando muchas cosas a la vez.

— ¿Me estás escuchando, cielo? — Dijo Chase algo desanimado, pues se dio cuenta de que todo este tiempo que él estaba hablando emocionado, la chica no le estaba prestando atención, de nuevo.

— Dios, Chase. — Reclamó Skye — ¿Me puedes dar un momento? Después hablamos sobre eso. — Rodó los ojos algo estresada, viendo al lado contrario de donde se encontraba Chase. Llevaba sobre pensando sobre la última vez que vio a Everest. Sentía culpa pero a la vez no, se sintió tan bien ese beso, quería repetirlo, mil veces si pudiera, pero tampoco quería lastimar a Chase, aunque no le importaba mucho, pues su relación era casi obligada por los demás, pero aún así estaba indecisa.