3: Pequeño Caos

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Los tres chicos se quedaron viendo por unos segundos, los segundos más largos e incómodos, mientras Everest lentamente alejaba sus manos de la cintura de la chica, hasta que Rubble agarró bastante aire y habló.

— ¿QUÉ CARAJ... Ehm- ¿QUÉ? — Exclamó bastante exaltado y confundido.

— ¡Juro que no es lo que parece! Por favor no le digas a nadie — Rogó Skye hacia Rubble, jalándolo del brazo con cuidado y haciéndolo entrar al cuarto, para luego cerrar la puerta.

Everest no sabía cómo reaccionar, estaba emocionada, enojada, triste, asustada, era una sopa de emociones que tenía en su cabeza, solo seguía con la mirada a Skye algo nerviosa, aún con sus orejas bajas y su cola moviéndose rápidamente.

— ¿Y por qué se estaban besando? ¿Y Chase? ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? — El menor se agarró la cabeza, tambaleándose un poco por tanta información en tan poco tiempo, su cabecita estaba colapsada después de lo que acaba de ver. Skye solo lo sostuvo y le quitó las manos de la cabeza, para empezar a hablarle.

— Rubble, esto es entre nosotros tres, nadie más puede saber ¿Entendido? —

— Que sii, ¿Pero me van a explicar por qué hicieron eso? — Reclamó el menor, algo preocupado.

Skye vio a Everest, la cual la estaba viendo desde hace rato, cruzada de brazos viendo todo bastante nerviosa y preocupada. La cockapoo guardó silencio por un tiempo, para luego voltear a ver a la puerta, ¿Y si le decía a Chase? ¿Por qué la beso? ¿Por qué hizo eso? Eran las preguntas que más invadieron su mente mientras se quedaba callada, pero de repente llegó una pregunta a su cerebro la cual se repitió mil veces, ¿Por qué le gustó?

De repente la Husky habló, interrumpiendo los pensamientos de la chica.

— Skye, ¿Te vas a ir a casa? Supongo que no te quieres quedar después de lo que pasó —

— Si, definitivamente me voy. Feliz cumpleaños Everest, pásala bien. — Respondió la cockapoo, para luego abrir la puerta del cuarto e irse, cerrando esta con fuerza. Everest ante esto, solo vio a Rubble, el cual la volteó a ver al mismo tiempo que ella, los dos bastante incómodos.

— Ahm... Yo digo que sólo no le digas a nadie, ¿Si? —
Dijo la Husky, con una sonrisa nerviosa y al notar que Rubble no respondió con el mismo gesto, dejó de sonreír

— Está bien, no dire nada, lo prometo — Respondió el menor, para luego irse detrás de Skye, algo rápido.

Everest se quedó parada, procesando todo, hasta que de pronto se tocó los labios con su dedo índice y anular, aún pensando, ¿De verdad se besaron? ¿Solo es un sueño? ¿Qué mierda acaba de pasar?

Marshall estaba sentado en el sofá de la sala, viendo al suelo, y Chase estaba sentado junto a él, el ambiente era bastante silencioso, ya que estaban ellos dos solos, Ryder estaba en la cocina junto a Jake, ayudándolo con el pastel, Zuma y Rocky ...

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Marshall estaba sentado en el sofá de la sala, viendo al suelo, y Chase estaba sentado junto a él, el ambiente era bastante silencioso, ya que estaban ellos dos solos, Ryder estaba en la cocina junto a Jake, ayudándolo con el pastel, Zuma y Rocky estaban en el Paw Patroller "buscando algo". Marshall cada vez se ponía más nervioso, al sentir la mirada de Chase clavada sobre el, el cual sólo estaba pensando en cómo hablar con el. Luego de unos segundos de silencio algo incómodos, el pastor alemán habló

Lo difícil de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora