Amor místico🌙🦇 -Rodrivan-

☆ Te quiero.

"Quedate conmigo por esta noche, quedate conmigo por siempre si es posible"

...

- Conozco un lindo parque que queda a unos metros de este lugar. Usualmente no hay mucha gente ya que está algo escondido. Prometo que te gustará. -exclamó Rodrigo con una voz que transmitía pura ilusión-

Ivan solo asintió en respuesta.

El castaño dio media vuelta y avanzó en su escoba con intenciones de indicarle a Iván que camino tomarían y guíarlo hasta el dichoso parque. Iván voló detrás del chico con suma rapidez, incluso estando en su forma humana era bueno.
Avanzaron un par de metros sin decir una sola palabra. Rodrigo pensaba en que Iván era muy serio pero muy intrigante, Iván pensaba en que Rodrigo se veía extremadamente amigable, todo lo contrario a todo lo que su padre le contó sobre los brujos.
En un par de minutos Rodrigo empezó a bajar en dirección hacia el suelo, cosa que Iván imitó. Por fin habían llegado.

Se encontraban ante un precioso parque que era iluminado por la luz de la luna. Tenía algunos juegos infantiles, bancas para sentarse y estaba decorado con un extenso jardín de maravillosas rosas.
Iván se quedó observando con la boca abierta. Sus ojos brillaban como preciosas joyas.

- ¿Te gusta? -murmuró Rodrigo-

- Me encanta -dijo ansioso Iván. Miró a Rodrigo, le dedicó una sonrisa y salió disparado hacia el sube-y-baja. De la nada el chico serio e intrigante actuaba como un dulce y tierno niño.

- ¡Ven! -gritó Iván señalando el otro lado del sube-y-baja que se encontraba vacío-

Rodrigo puso su escoba en el suelo, una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, estaba realmente feliz. En unos segundos corrió hasta el juego igual de emocionado que el azabache.

Jugaron y se divirtieron por un largo rato. Conectaron extremadamente bien. Se hacían preguntas mutuamente para conocerse más y más, sin llegar a temas complicados que pudieran incomodar a alguno.
Entre pregunta y pregunta Iván logro descubrir varias cosas de Rodrigo, entre ellas el hecho de que es un gran fan de Harry Potter y el "Nimbus 2000" que había escrito en su escoba fue tallado por él mismo en honor a la primera escoba de Harry. También descubrió que su color favorito era el naranja, que tenía un gatito llamado Barry y que siempre le habían llamado la atención los vampiros.
Rodrigo, por su parte, descubrió cosas como que Iván era un gran fan de my Chemical Romance, que adoraba el color negro, que era un fiel admirador de Gravity Falls y que tenía 119 años.

- O sea que si lo pasamos a edad de humanos tienes... 17 años -dijo Rodrigo después de que Iván mencionó el último dato-

- ¿Cómo sabes eso? -Preguntó curioso el vampiro-

- Te dije que siempre me han llamado la atención los vampiros. He leído varios libros sobre distintas criaturas y en uno mencionaban que cada 7 años, ustedes, los vampiros, cumplen un año humano. En el caso de los brujos funciona exactamente igual que con los humanos, cada 12 meses cumplimos un año. Yo tengo 15 años pero pronto cumpliré 16 -Comentó Rodrigo complacido de saber estos datos y de poder compartir parte de su extensa investigación-

- Wow -exclamó Iván sorprendido- No sabía eso, eres realmente inteligente.

- Muchas gracias, Ivi -dijo Rodrigo mientras una sonrisa victoriosa se dibujaba en su rostro.-

- Ivi... -murmuró el vampiro nervioso-

- Oh, perdona, ¿no te gusta que te llame así? -dijo el ojiverde que había alcanzado a escucharle-

- ¡Claro que me gusta! -dijo el chico rápidamente- Es solo que nunca me habían puesto un apodo..

- Bueno, estoy orgulloso de ser el primero que lo hace, y creeme que es el primer apodo de muchos

Iván lanzó una pequeña risita ante lo dicho por el menor. - Yo... ¿puedo llamarte Rodri?- dijo de forma tímida el vampiro

- ¡Por supuesto que puedes! -Dijo el brujo emocionado-

Así pasaron el rato; charlando de gustos, contando historias o diciendo cualquier cosa que se les venía a la cabeza. Ríeron, jugaron y se sintieron sumamente acompañados. Pero, todo tiene un final, y este encuentro no es la excepción.

Rodrigo observó su reloj, habían pasado tanto tiempo jugando que no se dieron cuenta de lo tarde que era. Exactamente eran las 11:30 de la noche.

- Mierda, van a matarme -exclamó Rodrigo preocupado- tengo que irme ahora Ivi, lo siento. De todas formas, la pasé super bien contigo.

Iván solo observó desanimado.
El castaño se sintió mal por esto, realmente la había pasado bien con su amigo, no quería despedirse.

- Tengo una idea, espera -dijo el ojiverde y seguido de esto murmuró un par de palabras magicas, con estas aparecieron una hoja de papel y una pluna. Se concentró unos minutos escribiendo algo con suma emoción- ¡Mira! Esta es mi dirección. Puedes envíarme alguna nota y así estaremos en contacto. Tal vez podamos volver a encontrarnos.

- ¡Me encanta la idea! -dijo Iván tomando el papel-

Ambos se quedaron por unos segundos viendose a los ojos sin decir ni una palabra, claramente ninguno quería despedirse; sin embargo, Iván no quería que castigaran a Rodri, así que decidió hablar.

- Muchas gracias por el día de hoy Rodri, la pasé increíble contigo. No salía hace mucho para ser honesto, a mis otros amigos los veo muy poco. Realmente tu compañía mejoró mucho mi estado de animo -comentó Iván complacido por el tiempo que habían compartido juntos-

- No hay de que Ivi. Para ser sinceros yo tampoco salía hace mucho, no tengo muchos amigos que dígamos. Gracias por dejarme estar contigo. -Rodrigo se agachó y tomó su escoba- Adios Ivi, te quiero -dijo el castaño, y salió disparado en su escoba sin darle tiempo a Iván de responder o si quiera procesar el momento-

- "Te quiero" -susurró el vampiro. Sus mejillas se pusieron tan rojas como sus ojos y lanzó una pequeña risita tonta- También te quiero, Ro.

Iván se quedó unos minutos admirando la belleza de aquel parque, hasta que unos minutos después se sintió demasiado cansado y optó por volver a su hogar.
Tomó su forma de murcielago y en un par de minutos llegó al castillo. Abrió la ventana con una suave mirada y entró sigilosamente.

Estaba listo para encender una luz y buscar su pijama, pero algo lo detuvo, la luz se encendió y no fue obra del vampiro, alguien más lo estaba acompañando.

- ¿Dónde estuviste, Iván?

...