29

50 23 17
                                    

Seungmin, el espadachín, se encontró frente a el rostro pálido de Hyunjin y a el ligeramente bronceado rostro de Christopher, estaba sentando en frente de estos dos junto a una taza de te en frente, no supo como llego allí. Pero importaba poco, necesitaba la piedra.

Su respiración agitada se calmó mientras. Hyunjin, el príncipe, lo había insitado a que entrara y hablará dentro.

¿Qué podrían querer el príncipe y el pirata de él?

Seungmin se encontró con la mirada de Christopher, un hombre curtido por el mar y con una marca al lado su ojo derecho. Y al lado de él, Hyunjin, el príncipe, observaba con curiosidad.

Seungmin sabía que no podía confiar en ellos por completo, pero no tenía otra opción.

—¿Por qué estás aquí?—preguntó Christopher, sus ojos oscuros escudriñando a él extraño frente a él.

Seungmin respiró hondo, sintiendo la tensión en el aire.

—No les diré nada sin siquiera saber sus nombres—se cruzó de brazos mientras observaba la cabaña con curiosidad.

Hyunjin sonrió levemente.

—Mi nombre es Hwang Hyunjin, soy el primogénito heredero, príncipe de Altanasia.

—Soy Christopher, un actual pirata obligado...—añadió el hombre de cabello desaliñado.

Seungmin soltó una risa irónica.

—No les creo. Altanasia está perdida desde hace años. Y... ¿quién sería un pirata obligado? Seguro trabajas para ellos y mientes.

Hyunjin negó con la cabeza.

—Seungmin, no miento. Sé de ese radar por mi tierra. Allí hay mucha información y libros... Él tampoco miente —señaló a Christopher.

—Tú dices saber, está bien. Sí tienes el nombre del príncipe, mi abuelo dijo que así se llamaba. Solo te creeré si muestras la marca oculta en tu ojo derecho.

—¿Marca? —preguntaron al unísono Christopher y Hyunjin.

—Todos los humanos la tenemos. Si somos de un lugar y poseemos poder mágico, en nuestro ojo se mostrará el sello originario de la tierra natal y su capacidad mágica —explicó Seungmin.

Hyunjin pareció intrigado.

—¿Cómo hago eso?

—Dices ser el príncipe de un reino lleno de magia y hechizos. Sería extraño que no supieras —comentó Seungmin con escepticismo.

Después de un breve silencio, Hyunjin siguió las instrucciones al pie de la letra, las que le dio Seungmin ya harto de su confusión. Visualizó su aura y concentró su energía en su ojo derecho. Cuando sintió que su ojo se cegaba momentáneamente, apartó la mano y mostró el resultado a Seungmin.

El espadachín quedó sin palabras al ver el sello en el ojo de Hyunjin.

—Hwang Hyunjin... entonces decías la verdad desde un principio —hizo una ligera reverencia—. Tengo muchas preguntas, pero no haré ninguna... Por el momento.

—Gracias, es lo que menos necesitamos ahora —añadió Hyunjin.

—¿Y él por qué no muestra su marca? —Seungmin señaló a Christopher.

—No tengo, estoy encadenado... Tengo una maldición. Solo saldrá que soy propiedad de Minho —respondió Christopher.

—Hazlo para descartar. No confío en ti. Además de atacarme, eres un pirata y tienes esa sucia repugnante marca...

Contando Las Estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora