Capítulo 3

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Era media noche cuando los ojos del joven empezaron a abrirse. Al comienzo le costó enfocar su vista en un punto exacto a su alrededor, luego poco a poco sus ojos se fueron adaptando a la oscuridad de la habitación, que se mantenía iluminada por los rayos de luz de la luna que se escapaban por la ventana.

Luffy sintió en primer lugar mucha hambre, luego frío y después fue consciente del dolor en todo su cuerpo incluyendo su cabeza. Luego de intentar incorporarse sin resultado, noto un peso y calor en su lado izquierdo del cuerpo. Su brazo estaba siendo abrazado por una mujer de cabello negro, en medio de su confusión intentó soltarse del agarre, lo que conllevó a que la mujer se despertara de forma brusca.

—Lu-luffy—habló despacio aunque de forma evidentemente nerviosa. Rápidamente se separó de él, casi cayendo de la cama.

—¡CARNE!—gritó a todo pulmón y a Hancock se le aceleró el pulso. De repente sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y no pudo frenar el impulso de abrazarlo. Estaba tan aliviada de que estuviera bien. Hancock envolvió el rostro de Luffy en su pecho.

—¡Estaba tan preocupada!—exclamó Hancock—Ya mismo te traeré comida.

El joven parecía desconcertado por la situación, sin embargo, lo que más le extraño fue la reacción de su cuerpo al contacto con aquella mujer que lo abrazaba. Aquello no pasó desapercibido para ninguno de los dos. Hancock se quedó impactada al notar con sus ojos el bulto que se erguia entre las sábanas y que claramente pertenecía a la entrepierna de Luffy. Desvió su mirada y su rostro tomó color fresa.

—Bueno.. eh, ya vuelvo, no te muevas—la mujer se apresuró a salir de la habitación y fue en ese momento que los ojos de Luffy pudieron verla con claridad en medio de la noche.

—Hancock, ¿eres tú?, ¿realmente eres tú? ¿O es que ya estoy muerto?

Ella apretó sus labios, al escucharlo pronunciar su nombre.

—Bienvenido de vuelta. Sí, soy yo—ella le dedico una sonrisa, y por solo ese segundo parecía que nada más importaba, solo aquel reencuentro. Sin embargo, la mirada tan fija de Luffy en ella la puso tan nerviosa que tuvo que salirse inmediatamente de la habitación, no solamente era nerviosismo, ella sentía como su sangre se centraba en ese punto tan sensible de su sexualidad. Y podía notar como se empezaba a humedecer.

"Ok, él no está excitado por verte, solo es porque se acaba de levantar, calmate Hancock" se dijo internamente tratando de calmar aquellos impulsos."

Llego a la cocina del hospital y buscando en el almacenamiento encontró suficiente carne para preparar, así que se dispuso a cocinarla, haciendo todo lo posible por no provocar un incendio. Luego de preparar la carne y un poco de arroz le llevó la comida a Luffy. Las enfermeras dormían y no parecía importarles lo que ella hiciera. Al regresar, Luffy parecía absorto en sus pensamientos mirando hacia el techo.

—Bueno no es gran cosa, pero espero que sea suficiente por ahora— Hancock coloco la comida al alcance de él, y aunque el lo intentó fue imposible para el comer como le gustaría. Así que ella le ayudo, le llevaba la cuchara a la boca.

—No entiendo, creí que nunca más te volvería a ver, ¿Cómo es que estas aquí?—él no le despegaba el ojo a ella. Tenía muchas preguntas, sin embargo, esa era la más urgente en ese momento.

—Soy médico, Luffy. Trabajo aquí.

—He venido muchas veces a este hospital y nunca te había visto—Luffy la miraba muy serio.

—Esta bien, volví hace poco.

—¿Hace cuánto?—preguntó él.

—Dos o tres meses.

—Y no me buscaste, ni siquiera te despediste.

Ella se sorprendió por aquel reclamo de Luffy. Le reclamaba por algo que había sucedido hace tantos años.

—Bueno, cada uno tomó su propio camino. No entiendo por qué me dices esto ahora, ya nada de eso tiene importancia.

—A mi me importa—Luffy acercó su malo a la de ella. Hancock por instinto se alejó.

—Lo siento Luffy, yo simplemente no pude despedirme, pero tampoco me quedaría en un lugar donde soy rechazada—el rostro de Hancock parecía al borde de las lágrimas—Al final eres libre de hacer tu propia vida y escoger las personas que quieres a tu lado.

—Siempre te quise a mi lado, eras mi amiga, y no te importo dejarme—de repente ambos parecían enojados el uno con el otro.

—¿Y que esperabas que hiciera? ¿Qué me quedara sufriendo por ti el resto de mi vida?—Luffy se sorprendió por la dureza de sus palabras—.Tú fuiste claro en que no me querías de la misma forma que yo, y que aquello no te interesaba. Así que no acepto que me reclames por irme y buscar mi propio camino—Hancock se alejo de él las lágrimas se habían escapado y no quería que él la viera llorar.

—Lo lamento.

—¿Eh?

—De todos los errores que he cometido del que más me arrepiento es de haberte dicho aquella estupidez.

—Ya no importa—ella miraba por la ventana, tenia un aura melancólico—Más importante es que termines de comer y descanses, aun estas en recuperación.

A Luffy no le gustaba que ella intentara quitarle importancia aquello, pero pensó que era mejor no seguir hablando el tema, apenas se acababan de encontrar después de muchos años.

—Por cierto. ¿Cómo llegué aquí?

—Casi te matas en un auto, con tu novia—Hancock enfatizó en la última palabra.

—¿Novia? Yo no tengo eso.

—Oh ¿en serio?, espero que digas lo mismo mañana que la veas—Ambos se quedaron en silencio.

—Si aun te gusto, solo debes decirlo y lo arreglamos. No es necesario ponerse celosa.

El rostro de la joven se calentó tanto que Luffy rió al confirmar aquello. Ella aun sentía cosas por él.

Sin embargo, su risa se convirtió en quejas de dolor. Definitivamente le tomaría todavía un tiempo recuperarse.

—No es gracioso... Eso fue hace mucho tiempo, y quedó en el pasado.

—Esta bien, te creeré—dijo él mientras recibía nuevamente la comida por medio de Hancock.

En ese momento irrumpieron en la habitación dos sujetos armados, uno de ellos apuntó directamente a Luffy mientras el otro tomaba a la fuerza por los brazos a Hancock y se la llevaba con él, fuera de la habitacion, todo esto ante los gritos e intentos inútiles de Luffy por impedirlo.

Continuará...

Entrégame tu Amor | LuHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora