30 Días de Boku no Hero (Smut y Lemon +18)

1. Mimos

La noche, la parte del día favorita para Izuku Midoriya. Después de un largo día de patrullaje por la ciudad sólo esperaba llegar a su casa sin que se presentara un sólo problema de camino a ella. Desde la derrota inminente de Shigaraki Tomura y All For One la verdadera paz reinaba en la ciudad y el país en general. Era feliz, pero aún así su trabajo como héroe no había concluido. Si bien el problema mayor se había extinguido, los pequeños robos y asaltos se mantenían. Tal vez en menor medida, pero aún así debía ayudar cuando se necesitase.

Ese día había transcurrido con normalidad. Agradeció que todo estuviera en paz y tranquilidad y se regresó a casa. En el camino, pasó por un supermercado y compró algunas cosas que su pareja le había encomendado, y mientras caminaba, soltó una risita pensando en lo irónica que podía ser la vida. Recordó muchas de las cosas que pasaron juntos y al mismo tiempo se hizo una pregunta a sí mismo:

"¿Cómo es que nos quedamos con él?"

Y no lo malinterpreten, no lo hizo con mala intención, sino que realmente tenía esa duda. ¿Cómo era posible que Katsuki Bakugo fuera su pareja? ¿Cómo es que ahora vive con el chico que alguna vez le hizo la vida imposible?

Tal vez su relación en un inicio no fue la mejor; de mejores amigos a ser víctima-bully, de eso a ser rivales, siguiendo con amigos y compañeros de trabajo a terminar siendo pareja. Era un caso especial. Las disculpas sinceras de parte de Katsuki hacia Izuku lo arreglaron todo. Para el peliverde, no podía guardar odio hacia el rubio en su corazón. Pudo comprenderlo y ambos lograron salir adelante junto al otro. Increíble, ¿No? Nadie los entendía, pero eso no importaba. Ellos se entendían uno al otro.

Luego de comprar los encargos, se dirigió a su casa. A su hogar. Con él. Ansiaba mucho llegar a su lado. A pesar de vivir con él siempre lo extrañaba. Quería mantenerlo siempre a su lado, abrazarlo, besarlo, consentirlo... Lo amaba tanto que juraba que su corazón podría explotar sólo con pensar en él.

Ya en casa entró rápidamente y se encontró al rubio preparando la cena. Quizás no lo había escuchado entrar puesto que seguía inmerso en su labor. Dejó las bolsas a un lado para no hacer demasiado ruido mientras se acercaba a él, y con sumo cuidado, haciendo uso de su Quirk de flotar, se colocó detrás de él mientras rodeaba su cintura con ambos brazos, aprovechando la posición para dejar un pequeño beso en su mejilla. Como era de esperarse, Katsuki no lo escuchó entrar, así que esa acción lo asustó, pero al ver que era aquel chico pecoso se tranquilizó. Por poco y explotaba su cara debido al susto.

—¡Me asustate! —Dijo apartandolo para poder volver a verlo.

—¡Lo siento, lo siento! Creí que era buena idea tomarte por sorpresa. —Una amplia sonrisa se formaba en su rostro, tomando al rubio entre sus brazos nuevamente sin dejar de flotar.

—Tonto nerd... —Tomando su rostro entre sus manos, se acercó a él y posó sus labios sobre los del contrario brevemente. —¿Qué tal te fue en el patrullaje?

—Igual que siempre, un tanto aburrido. Aunque no te voy a mentir, la paz actual es bastante reconfortante. —Sutilmente, levantó al rubio e intentó flotar en dirección a la habitación de ambos, sin embargo éste lo detuvo.

—¡Espera, la cena se quemará! No quiero volver a pedir a domicilio por olvidarnos de la comida. —Se soltó del pecoso y fue en dirección a la cocina a revisar lo que había dejado al fuego. —¿Trajiste lo que te encomendé?

—Sí, lo dejé en la entrada.

—Gracias. Ahora ve a tomar una ducha. Cuando termines ven que ya estará lista la cena.

—¿Qué te parece ducharnos juntos? —Volvió a acercarse, y rodeando sus hombros con sus brazos, dejó muchos besos cortos en su mejilla.

—¿Qué te acabo de decir?