2. Hablando mucho durante el sexo

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Ciertas situaciones no habían permitido que Katsuki e Izuku encontraran un momento para estar a solas, y eso se comenzaba a notar. Los pequeños momentos que tenían antes de comenzar con una misión los aprovechaban con desesperación para poder besarse y acariciarse como les hacía falta tal cual y como si de unos pubertos se tratase, provocando las ansias de que esos momentos pudieran durar un poco más.

Si bien en Japón las estadísticas de crímenes había bajado en los últimos meses, aún era necesario ir y atender los llamados de ayuda en el extranjero y eso los dejaba exhaustos al regresar a casa, por lo que aprovechaban el poco tiempo libre para descansar y dormir. Llevar una vida tranquila parecía difícil y todo se desplomaba rápido, sin embargo, después de tanto trabajo y esfuerzo, finalmente las cosas iban mucho mejor de lo que esperaba. Por fin había llegado el día en el que no tendrían preocupación alguna: sus tan ansiadas vacaciones.

Es cierto que el mal no descansa, pero ellos sí que necesitaban tomar aire fresco en algún momento, así que dejaron a otros compañeros encargados de su trabajo por un momento. Confiaban en ellos así que definitivamente nada podría salir mal. Tenían dos semanas de vacaciones, y por supuesto que las iban a aprovechar, tal vez no saliendo de casa, ya que querían estar tranquilos, pero sí teniendo tiempo de calidad con el otro.

Vieron muchas películas y series, cocinaron juntos, se ejercitaron e incluso dibujaron y pintaron, haciendo un desastre cada que iniciaban con algo nuevo. Finalmente podían vivir como debían. Y claro, no podía faltar lo más importante para ellos en ese momento: el sexo. Obviamente durante su primer día de descanso se dedicaron a dormir tanto como pudieron, pero ni bien recuperaron energía cuando ya tenían sus ropas arrojadas en el piso.

—Me parece que estás un poco desesperado, ¿No es así, Kacchan? —Dijo separándose un momento de los labios de su pareja para poder respirar.

—Como si tú no lo estuvieras igual, pequeño nerd. —Con un movimiento rápido el rubio lanzó hacia la cama a un ya desnudo peliverde, quien por instinto, dejó espacio en medio de sus piernas para que Katsuki se posicionara ahí. —¿Alguna vez te mencioné lo bien que te ves desnudo? Me vuelves loco.

—Lo dices cada que puedes. No es algo que me moleste así que por favor no dejes de hacerlo.

—Voy a saborear cada parte de ti hasta que no puedas pensar en nada más que sólo en mí.

Inmediatamente, se acercó a él para llenarlo de besos, no de esos suaves y dulces sino de esos llenos de pasión y lujuria que tan bien sabían compartir. Sus lenguas se movían con frenesí dentro de sus bocas, compartiendo su saliva junto a esos sonidos húmedos que salían con cada uno.

—Por fin, después de tanto tiempo al fin voy a devorarme ese lindo culo que tienes, Deku.

—Eres muy impaciente, Kacchan.

Antes de hacer cualquier otro movimiento, bajó buscando el miembro del peliverde y sin esperar más, lo introdujo en su boca. Primero dio unas cuantas lamidas desde la base hasta la punta hasta finalmente introducirlo todo.

—Maldición, Kacchan... —Esa sensación de calor que tanto extrañaba lo estaba volviendo loco, y los movimientos de Katsuki lo hacían sentir que en cuestión de segundos podría eyacular.

Él también estaba impaciente, así que para acelerar más las cosas, tomó del cabello del contrario provocando que hundiera más su cabeza en medio de sus piernas, y para su sorpresa, el rubio no tuvo una reacción muy grande, simplemente se dejó llevar por ese movimiento.

—Eres increíble, Kacchan. Si yo estuviera en tu lugar tendría que haberme separado... Amo lo bien que me tomas. —Sólo al escuchar esas palabras el rubio se separó.

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⏰ Última actualización: Jul 11 ⏰

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30 Días de Boku no Hero (Smut y Lemon +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora