- ¿Salimos a tomar algo? - sugiere Kiara.
- Yo mejor me voy a casa - comento.
- Por favor, Liv.
- Vete con los que quieran ir, a mí no me apetece.
- No es bueno que siempre estés en casa.
- ¿Y qué quieres que haga? ¿Entrar en una discoteca y bailar? - pregunto sarcástica.
- Está bien, lo siento, Liv - se disculpa Kiara - solo quería que te despejaras un poco.
- Pues eso hazlo tú, lo digo en serio, ve a divertirte con ellos.
- Vale - Kiara me da un beso en la mejilla y agarra la mano de Fred - hasta mañana. Owen y Grace se despiden también.
- Ve con ellos si quieres, puedo llamar a mis padres para que me vengan a buscar - le propongo a Gabe.
- De eso nada - se agacha para estar la altura de mi silla de ruedas.
- ¿Por qué? Estás siempre preocupándote por mí, pásalo bien unas horas.
- ¿Quién te ha dicho a ti que me gusta salir de fiesta? Ahora te tengo a ti y no necesito nada más.
- Gabe, puedes tenerme sin renunciar al resto de cosas.
- Pero lo de salir de fiesta, pelear, emborracharme... lo hacía porque no me encontraba a mí mismo, no sabía lo que era ser feliz, amar a una persona.
Él camina y varias veces me pregunta si quiero que me empuje.
- Ya has oído al médico, si soy capaz no tengo que pedir ayuda.
Después de un rato comienza a llover.
- ¿Ahora querrás que te empuje?
- Está bien.
A un ritmo más acelerado pero cuidadoso de no resbalar con la lluvia, entramos en mi casa.
- Hasta mañana - Gabe se acerca para darme un beso.
- No te dejaré irte con la tormenta de ahí fuera.
- ¿Y qué me propones?
- Que duermas conmigo - digo en voz baja con calor en las mejillas.
- No me lo pidas dos veces - sonríe.
- Mis padres seguramente estén durmiendo, llegan tarde del trabajo, después madrugan mucho...
Al la mañana siguiente empiezo a practicar. Me coloco la ortesis y me apoyo en el andador, intentando mantenerme de pie.
- Estoy detrás de ti, suelta una mano.
Hago lo que Gabe me aconseja.
Así estamos toda la mañana, ya puedo mantenerme de pie.
Después de una semana y sin notar mucha mejoría, Owen propone ir a un pueblo de la montaña donde sus padres tienen una casa a relajarnos un poco. Estamos sentados en una mesa del bar de su familia.
- Nos lleva mi hermano, el coche grande tiene nueve plazas.
Ken se une a nosotros después traernos algo para beber.
- Sí, yo seré vuestro guía, nuestros padres no vienen, así que mando yo.
- ¡Eso ya se verá!
- Lo siento, Owen, yo soy el mayor.
- Entre los que estamos aquí hay una diferencia muy pequeña de edad, como mucho, un año. Además, Grace creo que es mayor.
- Nací en abril.
- Yo en mayo - Ken sonríe - bueno, pues eres la única que puede mandar por encima de mí.
Grace baja la cabeza y sonríe también.
- Yo trabajo - informa Fred.
- ¿Y el resto? Venga, chicos, es un sitio muy bonito, mucha naturaleza...
- ¡Yo voy! - exclama Kiara después de darle un beso a Fred. - Solo es un fin de semana.
- A mí me gustaría - comenta Grace mirando a Ken.
- Venga, parejita, solo quedáis vosotros - Owen nos mira a Gabe y a mí.
- Yo solo sería un estorbo.
- Liv, no digas eso, allí podrías practicar, hay un campo muy llano, se está muy tranquilo... seguro que te ayuda ese ambiente. No creas que hay muchas subidas y bajadas ni que hay que escalar o descender en canoa para llegar a algún sitio.
- No creo que a mis padres les guste mucho que me vaya de excursión.
- Se lo preguntas y me lo dices por la noche. - Asiento. - ¿Y Gabe? ¿Lo mismo, verdad?
- Claro, yo soy su enfermero, tengo que estar con ella.
Me agarra la mano y los de la mesa dicen al unísono:
- ¡Oh!
Cuando llego a casa hablo con mis padres.
- No sé si deberías - se preocupa mi madre.
- Pues yo creo que sería bueno para ella, no se va a pasar el verano encerrada en casa - discute mi padre.
Y al final los dos aceptan, así que se lo notifico a Gabe y después al grupo.
Owen: ¡Bien!
Kiara: Hay que llevar "colonia antimosquitos".
Gabe: No te preocupes, que a ti ya no se acercan.
Gabe y Kiara siempre están igual.
Kiara: ¡Owen! ¡Saca a este pertardo del grupo!
Owen: A mí no me molestéis, solucionad vuestros propios problemas. Por cierto, Grace, ¿quieres que meta a mi hermano en el grupo?
Grace: ¿Por qué me preguntas a mí?
Owen: Por nada...
Kiara: Jajajajaja.
Gabe: Vale, hermanita, todos nos hemos dado cuenta.
Grace: No sé de qué habláis.
Kiara: No te hagas la loca, Grace, pero bueno, si quieres dejamos el tema.
Grace: Por favor.
Owen añadió a Ken.
Ken: ¿Qué hago yo en este grupo? Soy vuestro niñero, no vuestro amigo.
Bromea Ken.
Owen: Ya, ya, tú solo vienes con nosotros para librar el fin de semana, y también porque viene otra persona...
Kiara: ¡Se acabó el tema, Owen!
Ken: No sé de qué habláis.
Gabe: Yo ya lo decía, el uno para el otro.
Owen: Bueno, chicos, a las seis de la mañana todo el mundo enfrente de mi casa.
Kiara: ¿A las seis?
Owen: Sí, marmota, hay que aprovechar el día.
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Labios de chicle
Romansa- ¿Por qué te gusto? No lo entiendo. - Eso es como preguntar por qué me gusta que cada día salga el sol, para mí eres una fuente de alegría y vitalidad, no sé cómo explicarlo, te quiero, y siempre he creído que esas dos palabras nunca saldrían de mi...