Pasaron unos largos minutos en silencio, el de ojos violetas sentía su corazón finalmente tranquilo, con un gran peso menos, sus dudas se habían ido y aunque las respuestas que había recibido seguían doliendo, sabía que estaría mejor en poco tiempo.
—Te debo una, Luzu— Vegetta soltó una risa mientras hablaba, sin levantar la mirada —Me has salvado varias veces, el día de mi boda cuando escapamos juntos y hoy.
—El día de tu boda fue divertido, aunque tuve que robar una motocicleta para eso.
Ambos rieron esta vez, uniéndose con más fuerza en el abrazo que mantenían. Sin embargo Luzu se detuvo, cerrando sus ojos mientras sus manos que acariciaban y jugaban con el cabello de su amigo se detenían.
—Tu fuiste vulnerable conmigo— murmuró, llamando la atención del pelinegro quien levantó su rostro y lleno de curiosidad abrió sus ojos. Antes de que Vegetta pudiera preguntar a qué se refería, Luzu siguió hablando —Me toca ser vulnerable contigo ¿Te conté lo que pasó después de las elecciones?
Vegetta tragó saliva con nervios, negando con su cabeza a la vez que su cuerpo entero se tensara. Nunca vio personalmente las cosas que pasaron con Luzu cuando recién había sido consumido por los dioses oscuros, pero escuchó los rumores. Escuchó cómo la gente temía por sus vidas por el que antes fue el mejor arquero de los héroes de Karmaland.
El año pasado, meses antes de la muerte de otro de sus héroes, Mangel, Karmaland estaba llevando a cabo elecciones para el puesto de alcalde del pueblo. En esos años los ojos brillantes e inocentes de Luzu todavía eran cafés. El mismo guerrero se había puesto como candidato a alcalde, dispuesto a abandonar su puesto como héroe para ayudar a su pueblo desde la política, extenderlo, mejorar su seguridad, dar más oportunidades.
—Luzu ¿Qué te ocurrió? Todo fue de un día para el otro.
—No, Vegetta, no fue de un día para el otro, fueron todas las veces que la pasé mal aquí.
Desde que habían llegado, Luzu no había tenido un día sin sufrir por una broma pesada de los otros héroes. No los culpaba pues él mismo sabía que era un blanco fácil, alguien que perdonaba todos los golpes que recibía e incluso que se disculpaba sin razón. Alguien que el resto veía como débil por ser amable y tolerante.
—Es gracioso ¿No?— el castaño soltó una risa amarga, odiaba recordar cómo era antes, cuando era débil —Las bromas al inicio eran inocentes, luego comenzaron a escalar... Robaron cosas, hicieron trampas en las que caí y casi me rompo huesos, son muy creativos en lo que pueden hacer. Pero cuando mataron a mi mascota, sabía que no iba a tolerar una broma más.
—¿Qué? ¿Mataron a Manolo?
Vegetta se levantó, no sólo separándose del abrazo sino que también sentándose en la cama, mirando con sorpresa y horror a su amigo. Su fiel amigo que alguna vez fue la persona más dulce que había conocido.
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Grietas del Corazón || Luzgetta
Fiksi PenggemarKarmaland parecía que no podía tener ni un día de tranquilidad, pero este era un problema serio. ¿Qué se hace cuando aparecen grietas que rompen la realidad de tu universo? Vegetta y Luzu van a descubrirlo juntos, a la vez que descubren sus propios...