Capítulo 4

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Estaba en la galería arreglando todo para la próxima exposición, mi mente seguía divagando así que me obligue a concentrarme en mi trabajo

<<Damon es peligroso, seguro quiere descubrir el secreto de Rebua y lo que hay detrás de todo eso>>

Estuve todo la tarde en la galería, termine de ver las pinturas, me estire un poco en mi silla, mi cuerpo ya estaba cansado, levante la mirada y me encontré con esos ojos marrones igual que los míos

—Deberías contestar tus llamadas — comento viniendo hacia la silla que estaba delante de mí

—Nico

Se cruzó de brazos —El abuelo ya se enteró de Damon

—Como vuela la información

—Además quiere que asistas al evento de hoy

—Estoy ocupada

—Yo también pero debemos de asistir

—¿Por?

—Cena benéfica — comento mirándome

—No me digas habrán personas importantes con los que debemos relacionarnos por el apellido Jenrich — dije con sarcasmo

—Sí

—Ser rico, ser pobre todo tiene sus desventajas, mantener un apellido con prestigio es horrible — me recosté sobre la silla —Deberías ser hijo único

—Lo mismo digo, pero mi vida no sería divertida — rio —Tus tantos escándalos y la acción que tiene tu vida hacen que mi vida no sea aburrida

—Estas de joda

—Dijeron que insultaste a un capitán, a un coronel y derivaste a varios soldados, además de abofetear a una chica

—Y así quieres que vaya a tu cena con personas tan destacadas y elegantes que no golpearían a nadie

—Sí, será divertido — se levantó —Vamos

—¿Que me darás si te acompaño? —pregunte

—Galletas

—Ya no somos niños — le mire, siempre de niños cuando quería que le haga caso me daba galletas

Suspiro —Pero aún te siguen gustando

—Si pero ahora prefiero hacerlos

—Te comprare los ingredientes

—El chocolate de 80%

—Bien — comento aceptando mi propuesta

Me levante —Ok

—Pero llevaras vestido y tacos

—Oye

—Ya aceptaste — se encogió de hombros

<<Eso fue trampa>>

Me llevo hasta la casa del abuelo en donde ya estaba listo lo que ocuparía, me cambie y me encontré con el pequeño Ecio en la cocina, es mi sobrino de tres años.

Me acerque —Tía — me sonrió

—Corazón hermoso ¿qué haces aquí?

Miro hacia la mesa —Quiero agua pero está muy alto

—Te ayudo — dije tomando un vaso, le serví un poco y se lo di

Él lo tomo —Ecio ¿en dónde estás? — grito mi hermano

—En la cocina —grite

En un momento apareció con una corbata, le mire a Ecio y me di cuenta que traía un taje —No me digas que lo llevaras

Pinturas, armas y rojo sangre - Diavolo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora