Capítulo 1

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Cada pintura encierra una historia, que solo el artista sabe cuál es y para quien es, hoy hay muchas historias que serán pronto expuestas sobre la pared de la galería.

Escuche la puerta abrirse, mire hacia allí pensando que es Mateo ya que a esta hora nadie viene pero me di con la sorpresa que eran dos chicos con traje, sus miradas se encontraron con la mía y se acercaron directamente a mí sin titubear.

—Señorita Jenrich — comento uno de ellos al estar delante de mí —Es necesario que nos acompañe — comento con seriedad

<<Esto no es nada bueno>>.

Se movió y vi un arma en su costado, con una placa que reconocí casi de inmediato, <<joder ¿por qué yo?>>.

Di unos pasos atrás buscando como escapar de ellos, y uno de los chicos me miro atentamente —Señorita

—Disculpen pero no iré a ningún lado y menos con ustedes — comente retrocediendo

Uno de ellos me tomo del brazo —Disculpe pero es nuestra orden llevarla a la base

<<Base ptm, ni de joda voy allá>> pero ellos no aceptarían un no como respuesta y menos cuando tienen una orden que cumplir,

Le di una patada para que se alejara y me solté de su agarre, él otro chico también intento sostenerme pero con una patada en la entrepierna se detuvo <<Es mejor que me vaya>> fui hacia la puerta para irme pero me di cuenta que habían más hombres allí esperando, y antes que me vieran camine hacia la puerta trasera de la galería.

Abrí la puerta y me percate que el callejón no hayan personas como esos tipos, y el camino estaba libre, salí pero cuando a las justas di dos pasos una camioneta se estacione en una de las salidas del callejón y otro auto en la otra salida del pasaje <<mierda>>

De la camioneta salió un chico alto de ojos cafés, que me miraba con una seriedad y frialdad indicándome que está dispuesto a utilizar cualquier método para cumplir con la misión que le dieron <<mierda>>

Se acercó —Reshelle causando problemas, de nuevo — dijo muy serio

Odiaba cuando Allen tenía este porte de chico serio y frio

—Allen en realidad no — comente mientras se acercaba a mí

El pelinegro se detuvo delante de mí —Mi orden es llevarte a la base — dijo tajante

—Puedes decir que no me encontraste — le sonreí, aunque sé muy bien lo eficiente que es con sus misiones, por eso lo enviaron <<Carajos>>

—No

—No quiero pelear contigo Allen — comente mirándolo, pensando en una manera de escapar pero la única que encontraba era golpearlo y no quería golpear a mi amigo

—Reshelle vamos

—Allen, no — comente dando un paso hacia atrás negándome a hacerle caso, a ir a ese lugar macabro

—Tengo una orden que cumplir Reshelle — comento acercándose con tanta determinación que temía terminar en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo

Di un paso más hacia atrás y me tomo del brazo, se puso el mano al bolsillo y saco una esposa poniéndola en mi muñeca —Allen

—No me dejaste otra opción — comento poniéndose en la muñeca el otro extremo de la esposa, para no poder escaparme

—¿Por qué es tan necesario que vaya? — pregunte porque Allen no es el tipo de persona que me obligaría ir alguna parte y menos conociendo que le puedo apuntar con un arma.

Pinturas, armas y rojo sangre - Diavolo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora