Our Own Way

33.-

Ezra no pudo evitar sentirse nervioso al sentir la presencia del mandaloriano tras él. Se encontraban en las ruinas de un antiguo templo en donde Ahsoka había encontrado el mapa estelar que contenía la ubicación del planeta en donde él y el general Thrawn estuvieron recluidos por años.

Aún era sorprendente para él descubrir la verdad tras la llegada del mandaloriano. Descubrir que, de alguna forma, Sabine y Ahsoka estaban en lo que se podía decir cómo el pasado, era sorprendente y nostálgico. Estar rodeados de Jedis nuevamente, mucho antes que se formara el imperio y la galaxia cayera en desgraciada.

—¿Qué se supone que tienes que hacer aquí? —La voz del mandaloriano lo sacó de su pequeño letargo. —¿Qué estás buscando?

Ezra trago ruidoso mientras observaba las ruinas del templo, había poco que pudiera servir de ayuda, aun así, conservaba la esperanza que hubiera algo que pudiera ayudarlo a traer a Sabine y Ahsoka de regreso. —Cuando lo vea, lo sabré.

A Din, no le gustó mucho lo que escuchó. Aun así, le dio suficiente espacio al Jedi para encontrar lo que sea que debía encontrar. Mientras observaba al Jedi merodear entre las ruinas, Din contactó R5, para informarle que la búsqueda al parecer demoraría más de lo que tenía esperado.

Había viajado solamente con el droide, dado que era una misión rápida. El Jedi, había venido en su propia nave. Aunque bastante lenta, nada le ganaba al N1.

—Creo que encontré algo—Escuchó al Jedi decir.

Din enarco una ceja tras el casco y, se acercó a este, había una especie de escritura e ilustraciones en una pared en bastante mal estado. Estaba escrito en un lenguaje que no conocía—¿Y entiendes lo que dice? —preguntó con curiosidad.

Ezra hizo una mueca—Solo un poco—Confesó—En Seatos está la respuesta, posiblemente, haya encontremos más información sobre cómo... crear un portal para que ellas puedan cruzar a nuestra galaxia.

Din resoplo, no entendía muy bien la brujería Jedi, pero sonaba bastante complicado para él. —Bien, vamos. —Insistió, no quería perder más el tiempo en lugar en donde no hallarían nada más que ruinas.

—¿Vas a acompañarme? —Le pregunto el joven Jedi al mandaloriano.

—Sabine y Ahsoka son importantes para Bo-Katan, ayudare a traer a sus amigas de regreso.

Ezra soltó una risita al escucharlo—Ella es una mujer bastante dura ¿He? —Quiso bromear—Cuando era más joven, la conocí, parecía no tenerle miedo a nada.

Din enfocó su visor en el joven para hacer que se callara. No estaba para escuchar historias en ese momento—Podrías contarme la historia después que salgamos de este lugar.

Ezra enrojeció hasta las orejas y asintió—De acuerdo—No quería hacer al tipo blindado enojar—Cuando lleguemos a Seatos, podríamos contactarnos directamente con ellas, tal vez Ahsoka me guie en lo que tenga que hacer o buscar.

—Bien.

...........

—Tal vez sea el momento de regresar a Mandalore—Ya llevaban más de dos semanas en Coruscant, más específicamente en el templo Jedi—Las cosas... debo de alguna forma...

Bo-Katan negó a las palabras de su hermana—El planeta aún es peligroso, enviare un escuadrón para que nos informen las condiciones de la capital, no puedes ir a Sundari, Satine.

La rubia hizo una mueca al escuchar, pero finalmente asintió. No le gustaba estar lejos de Mandalore, era el planeta que gobernaba. Era el planeta que estaba bajo su cuidado, no quería fallarles a sus antepasados ni a su padre. —La guerra...