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Romina y Cecilia en la sala de espera del hospital esperando en silencio mientras el tiempo parecía moverse a paso de tortuga era un remolino de ansiedad y preocupación, cada minuto avanzaba interminablemente mientras esperaban noticias sobre el estado de Lucero con el corazón apachurrado y la incertidumbre pesando sobre sus hombros, Antonio y su padre llegaron al hospital con sus rostros marcados por el cansancio, la preocupación, la mirada sombría y sus corazones llenos de angustia, necesitaban respuestas, anhelaban desesperadamente alguna señal de esperanza en medio de la tormenta de incertidumbre que los rodeaba.

Cecilia, ¿has visto a mi esposa e hija?-Preguntó Don Antonio el padre de Lucero mirando a Cecilia con preocupación.

No he podido entrar a verlas y el doctor no ha traído noticias de ellas-Respondió Cecilia con voz temblorosa-Pero Antonio no te preocupes demasiado, están bien-Cecilia se apresuró a responder sintiendo la urgencia de calmar la ansiedad en los ojos de Don Antonio-Lucero llevaba a Lucerito al doctor porque no se sentía bien, nosotras decidimos acompañarlas para asegurarnos de que estuviera bien la niña-Dijo mirándolo y los ojos de Don Antonio se ensancharon con preocupación.

¿Por qué no me llamaron? ¿Qué pasó?-Preguntó con su voz estremecida por la angustia y Cecilia respiró hondo antes de continuar.

Estábamos en camino, fue aterrador pero gracias a eso pudimos actuar rápidamente y recibir ayuda-Explicó Cecilia y el rostro de Don Antonio se iluminó con un destello de alivio antes de que la preocupación volviera a oscurecerlo.

¡Gracias a Dios que están a salvo! Pero necesito verlas ¿Dónde están ahora?-Preguntó ansioso por reunirse con su familia.

Antonio, Romi y yo nos fuimos detrás de ellas en nuestro auto, por eso pudimos presenciar frente a nosotras el momento exacto cuando ocurrió el accidente-Le explicó Cecilia-Lucero y Lucerito, están siendo atendidas y el médico aún no nos dice nada-Dijo extendiendo una mano en un gesto de apoyo y le ofreció una sonrisa reconfortante.

En ese momento finalmente el doctor apareció en la sala de espera, su rostro serio y su mirada preocupante reflejaba la gravedad de la situación, con palabras cuidadosamente elegidas el doctor les dio la noticia que habían estado temiendo y esperando escuchar.

Lucero afortunadamente no perdió a su bebé-Dijo el doctor con su voz grave pero sus palabras resonaron en el aire con un peso abrumador, el alivio y la gratitud inundaron el corazón de Romina y un suspiro escapó de sus labios mientras absorbía la noticia con incredulidad, sin embargo la confusión se apoderó rápidamente de los mayores pues sus palabras habían sacudido sus cimientos y dejándolos tambaleándose en la oscuridad de la incertidumbre-Debe permanecer bajo supervisión médica para cualquier complicación que pueda presentarse-Dijo con su voz cargada de seriedad mientras enfrentaba la difícil realidad de la situación, el padre de Lucero y su hermano intercambiaron miradas de confusión y consternación, sus mentes luchaban por procesar la información que acababan de recibir ¿De qué bebé estaba hablando el doctor? ¿Cómo podía ser posible que Lucero estuviera embarazada?

Las preguntas llenaron el aire con una sensación de desconcierto y desconcierto, con la verdad aún oculta en las sombras de la incertidumbre mientras absorbían la impactante revelación de que la vida de Lucero y la de su hijo seguían colgando de un hilo frágil, el futuro seguía siendo incierto y lleno de desafíos desconocidos.

Romi ¿me acompañas a la cafetería?-Preguntó Antonio mirándola fijamente intimidándola un poco haciendo que ella dudara en acepta pero por un gesto de su madre terminó aceptando.

Claro-Dijo Romina mirándolo fijamente y tomo una bocanada de aire.

Iremos con ustedes, nos sentaremos en otra mesa-Dijo Don Antonio y ambos asintieron.

Love Will Keep Us TogetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora