Por la mañana en la casa de Valt, Nika y Toko habían ido a despertarlo, pero al entrar en la habitación no había nadie más que sus cosas y una cama ordenada pero vacía.
Toko: ¿A dónde habrá ido? - mirando bajo la cama.
Nika: Es raro que se despierte temprano, con lo mucho que le gusta dormir. ¿Habrá ido con Shu?
Toko: Pero siempre se ven. Tal vez tenía algo importante que hacer.
Nika: Quién sabe... en fin, bajemos. Mamá está esperando.
Toko: Supongo - cerró la puerta y ambos bajaron al primer piso. Allí vieron a su madre preparando la mesa, parecía contenta por alguna razón -. Mamá, ¿sabes a dónde fue Valt?
M d Valt: Fue al aeropuerto.
Nika y Toko: ¿Al aeropuerto?
M d Valt: ¿No se los dije? - sonreía mientras preparaba la mesa -. Su padre vendrá hoy y se quedará unos días.
Nika y Toko: Papá?!!!
Mientras eso sucedía, en un aeropuerto cercano dos personas estaba discutiendo. Un rubio sonriente y un peli celeste gritándole.
Free: Dijiste que podía hacer lo que quiera, y quiero seguirte.
Lui: Debes estar bromeando, regresa a BC sol o algo. ¿Por qué debes seguirme? Pareces mi cola - decía enojado caminando a su avión apresuradamente.
Desde aquella conversación con Kitt en el hotel, Lui no se había podido sacar a Free de encima. Pensó que se cansaría, pero al contrario, parecía más empeñado en seguirlo y eso lo estaba cansando. Él quería entrenar en secreto como solía hacerlo, pero no podía con él pisándole los pies. Primero fue a distintas regiones de Japón pero Free simpre iba junto a él, aunque lo rechazara no se alejaba. ¿Qué le pasaba? Para Lui ese comportamiento era extraño, aunque él en sí ya era muy extraño, pero ahora lo era aún más. Y eso no era todo, incluso Lui había comenzado a notarlo más, su presencia le incomodaba para entrenar pero fuera de eso por alguna razón no podía enojarse en serio. Sin duda era extraño, ambos estaban extraños.
Free: a dónde iremos ahora?
Lui: tú puedes ir a donde quieras, pero yo me quiero ir fuera de tu vista, así que no me sigas esta vez.
Free: ¿No tienes hambre? Comamos algo antes de subir - miraba un puesto de comida a lo lejos.
Lui: Escúchame por una vez - se rascaba la cabeza frustrado, nada de lo que le decía servía, no podía rechazarlo y solo le quedaba resignarse, pero eso significaba llevarlo a su casa? Recientemente sus padres se comunicaron y como ellos se mudaron a España, pensaba hacerles una visita cuando fuera allí.
Free: vamos, antes de que parta el avión - sujetó a Lui de la mano y empezó a correr - este último al sentir el contacto rápidamente se liberó.
Lui: no te tomes tantas confianzas, puedo caminar solo... - en medio de su frase, se tropezó con la espalda de Free, quien se detuvo a medio camino.
Free: Ese no es...
Lui: En serio, no te detengas así - enojado se frotaba el rostro por el golpe. En eso vio a Valt hablando con un señor de mediana edad quien lo abrazó y levantó cargándolo.
Free: ¿Qué está pasando, será un conocido? - pretendiendo ir a hablarle.
*** El vuelo 235323 partirá en unos minutos, se recomienda a los pasajeros abordar para no tener futuros contratiempos ***
Era la señal del avión, debían irse o perderían el vuelo.
Lui: no hay tiempo, vamos, si no quieres que te deje - él también tenía curiosidad por ese hombre pero el vuelo iba a despegar -. Date prisa.
Free definitivamente quería ir a ver lo que sucedía en aquel lugar, pero entendía que no había tiempo, por lo que solo suspiro y siguió en a Lui en silencio. Como Valt era un amigo importante para él, siempre procuraba cuidarlo y como ahora se había hecho popular, podían haber personas que se acercaran con malas intenciones, normalmente estaba tranquilo cuando Valt estaba con Shu, pues ellos eran muy cercanos, pero ahora no había rastros de él y era peligroso.
Lui: te preocupas por nada, ya no es un niño puede cuidarse solo - dijo Lui al ver de reojo a Free y notar su rostro de preocupación -. Él se sentiría ofendido si ve que lo cuidas como un bebé.
Free a esto solo sonrío, le hizo feliz que Lui supiera lo que estaba sintiendo en ese momento. En los días que habían pasado juntos, se habían acercado más, su relación se había fortalecido y todo parecía ir de acuerdo a sus intenciones, y eso lo mantenía con ánimos.
Por otra parte en un lugar cercano Aiger se estaba torturando mentalmente mientras caminaba por la rivera del río.
Aiger: Estoy cansado, por qué tengo que pensar en esto, estúpido Fubuki seguro se está riendo de mi, me enoja de solo pensarlo.
Fubuki: quién es el estúpido?
Aiger: pues tú quien más - reía para si mismo, no se había dado cuenta de que Fubuki estaba detrás -. Ya hasta escucho su voz como si estuviera cerca, estoy volviéndome loco. Mejor me voy de aquí - dijo mientras daba media vuelta para marcharse.
Fubuki: has estado loco desde siempre - sonrió al ver que Aiger se estrelló sobre su pecho -. No te he visto desde la fiesta y lo primero que haces es hablar mal de mi a mis espaldas, tengo sentimientos sabes? - dijo esto último retrocediendo un poco.
Aiger: qué haces aquí? Yo ya me disculpe por esa noche, a menos que hayas venido a burlarte por haber visto ese lado patético de mi.
Fubuki: tuve muchas oportunidades mejores de burlarme de ti, ¿por qué lo haría ahora?- colocó una mano sobre el hombro del contario - aún así, no es por ser mala persona, pero deberías hacer dieta. Pesas demasiado.
Al oír esto Aiger se sonrojó y, sin pensarlo, le dio un golpe en el estómago y se fue rápidamente de ese lugar. Fubuki riendo fue tras él.
Fubuki: era un broma, no te enojes - exclamó tratando de alcanzarlo.
Aiger, todavía molesto, se detuvo y lo miró con el ceño fruncido.
Aiger: estoy molesto, pero podría contentarme si me compras algo de comer - dijo señalando un puesto de donas.
Fubuki: bueno, si así te quedas tranquilo - fue a comprarlas y se sentaron en la orilla mientras miraban el río correr -. Qué hacías aquí?
Aiger: solo estaba pensando, nada importante.
Fubuki: por cierto, esos guantes... - dijo mirando que Aiger usaba el regalo que le dio.
Aiger: no puedo tirar algo me dieron y los necesitaba, fueron motivos de fuerza mayor.
Fubuki: ya veo... - solo sonrío mientras sentía en viento en su rostro. Para él los momentos más tranquilos eran cuando estaba junto a Aiger, su presencia tenía un efecto calmante. De hecho, antes él estaba en camino para ver a Aiger, hasta que de casualidad lo vio en ese lugar.
Aiger: oye... dime, yo, cuando me llevaste, ¿dije algo raro? - rompió el silencio preocupado por la repuesta del contrario, no estaba seguro de querer escuchar la respuesta, pero ya no quería seguir torturandose al recordar.
Fubuki: algo raro? - trataba de hacer memoria -. Creo que no, más bien me hiciste muy feliz, ¿sabes?, no pensé que mi regalo te gustara tanto - sonrió gentilmente-. Me tardé mucho en elegirlo, me alegra que todo el tiempo hablando con mi maestro no haya sido en vano.
En ese momento Aiger se quedó sin aliento. La sonrisa de Fubuki le pareció lo más hermoso que había visto, como un Ángel. Y fue entonces cuando cayó en cuenta de algo que lo llenó de una mezcla de sorpresa y temor.
Se había enamorado de Fubuki.
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