Capítulo 2: NARANJA

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"Tiene que venir por el inmediatamente, no sabemos lo que le pasa"

¿Acababa de pasarse un alto?, ¿o talvez aún estaba en luz amarilla todavía?, no lo sabía bien y ciertamente ahora lo que menos le importaba era una infracción, las palabras de la titular seguían rondado por su cabeza y estaba muy nervioso.

Agradecía que su secretaria Brownie pudiera reconocer una emergencia e interrumpir su junta para pasarle la llamada. ¿Cómo había sucedido eso? Cuando lo dejo ahí estaba todo bien y solo había transcurrido media hora.

Había buscado la noche anterior en internet escuelas de arte y eligió la que quedaba más cerca de la oficina. Una escuela de técnicas de pintura para niños con un grupo para preescolares. se dijo que había tenido suerte y ahora parecía un error.

--Gracias a los dioses que llego señor Sumettikul – dijo la maestra asustada guiándolo por los pasillos – todo estaba bien después de que usted se fue, pero cuando el salón empezó a llenarse con sus compañeros el empezó a temblar, luego una niña lo abrazo en un gran apretón diciendo que serían amigos mientras le besaba las mejillas y el grito y corrió a esconderse, desde entonces lleva debajo del escritorio llorando desesperado y no hemos podido sacarlo, porque cuando quisimos agarrarlo fue mucho peor, gritó y empezó a rasguñarse los brazos -

--¿Por qué tardaron tanto en llamarme? – gruño molesto, entendiendo que su hijo había estado así desde el inicio de la clase, llevaba 40 minutos llorando

--Es común que los niños de preescolar lloren en los primeros días, pero conforme los minutos pasan se distraen e integran, pero con Nanakunta no sucedió y no sabemos porque –

La puerta se abrió, dejando ver un salón bastante espacioso y suficientemente equipado, atiborrado de niños de entre 3 y 5 años que gritaban y corrían por todos lados, al fondo lo vio, los ojos fuertemente apretados igual que sus puñitos, arrinconado debajo del gran escritorio, cubierto de lágrimas, con los brazos llenos de líneas rojizas y temblando, su pobre hijo estaba muerto de miedo.

Corrió por él, esquivando a varios preescolares que se metieron en su camino y con los que estuvo a punto de tropezar y aplastar

--¿Hijito? – hablo despacio, temiendo que su voz no se escuchara por el griterío a su alrededor – Ta, soy yo, papá – dijo acercando su mano y el chico abrió los ojos, rojos y llenos de lágrimas. Tomó la mano y dejo que lo jalaran, escondiéndose en el gran pecho de su padre y temblando en terribles sollozos ahogados que parecían aumentar

--Gracias, pero ya no voy a necesitar el servicio – dijo pasando a un lado de la maestra, se veía avergonzada, pero sabía que no era su culpa

Tardo un rato caminando con él entre sus brazos en el estacionamiento, lo mecía y arrullaba, no quería subirlo en ese estado al auto y manejar mientras su hijo tenía una crisis de llanto. cuando se calmó lo suficiente, lo puso en su sillita y mientras lo aseguraba, el pequeño habló

--Había muchos niños – dijo muy bajito – gritaban mucho y nadie pintaba – hipo de miedo con el recuerdo – la maestra dijo que jugaríamos primero, pero yo quería pintar – su rostro se mostraba triste – ella me abrazo, dije que no, pero no me soltó y luego... luego – rascó con fuerza sus mejillas enrojeciéndolas, como si quisiera arrancarse en recuerdo y a Bible le temblaron las manos cuando las puso sobre las de su hijo para que no se hiciera más daño - ¿estas molesto, papá? -

--Por supuesto que no hijo. No estas obligado a abrazar a nadie, y los demás deben respetar tu espacio personal y tu cuerpo –

--No quiero volver –

Pigmentos - BibleBuildDonde viven las historias. Descúbrelo ahora