Nada. Nada de nada. Luego de dos semanas, no había logrado avanzar nada con Haerin. Si algún día lo lograba, esperaba no olvidarse en felicitarle por las habilidades que tiene para alejar a la gente. La única oportunidad que tenía para hablar con ella era antes de dormir, pero sentía que si decía algo más que un "Buenas noches" iba a irse a dormir al sillón y no quería perder la poca cercanía que tenía.
Le había dicho que tenía solo dos días para adaptarse para luego obligarla a hacerse cercana y ni siquiera podía dar el primer paso. Sentía que Felix, su amigo raro, se sentiría muy decepcionado si la viera con dificultades en hablarle a alguien. El mismo le decía que no había chica más extrovertida que ella.
—¡ADIÓS!—gritó Hanni y Hyein mientras Haerin se iba del salón.
Haerin soltó un largo suspiro. Había logrado hacer un gran paso desde las dos semanas con Danielle. Había dejado de fingir que dormía. Estaba muy orgullosa de sí misma y feliz de que ninguna de las tres ruidosas le hablara. En la mitad de la primera clase, levantó la cabeza, sacó su cuaderno y comenzó a hacer sus apuntes. ¡Lo había logrado! Por fuera parecía tranquila, un poco cansada, como si se hubiese despertado de una mala siesta. Por dentro, la tormenta se había transformado en un estadio lleno de hinchas de futbol. Un bando estaba celebrando a gritos y el otro seguía asustado ¿Y si Hanni le hace una broma? ¿Y si Danielle le decía algo?
Sacó de su bolsillo unas monedas, ese logro merecía su recompensa por lo que iría a una máquina de comida a comprarse unas gomitas. Bajó las escaleras casi saltando de la emoción. Al llegar a su casa se lo contaría a su madre. No, mejor no, la iba a retar por no ponerle atención a las clases. Se lo diría a Rosé.
Se detuvo al llegar a la entrada del colegio. Se encontraba un hombre bien vestido que reconoció rápidamente. Retrocedió un par de pasos y miró hacia atrás ¿Y ahora qué? Miró como el hombre hablaba con una profesora, el hombre parecía ser amable, muy amable para creerle. Guardó las monedas en su bolsillo. No podía escapar de él. Tragó saliva y la tormenta de su interior parecía ser capas de destruir todo un país. Dio un paso hacia adelante ¿Qué le iba a decir? Dio un paso hacia atrás. No tenía ni la menor idea, pero ahora iba a paso seguro a enfrentarlo.
—Disculpe—dijo Haerin con voz calmada y amable, poniéndose al frente de la profesora para sacarla de la conversación—¿Puedo pedirle que se vaya inmediatamente?
—¿Quién eres?—dijo el hombre, totalmente confundido. Haerin notó como estaba comenzando en enojarse.
—Amiga de su hija, por eso sé que usted no debe de estar acá.
—Ser su amiga no te da derecho de intervenir en estas cosas—hablaba con los dientes juntos. Haerin notó que en cualquier momento iba a explotar.
Su madre ya le había dicho que era un hombre que no aguantaba nada. Un peligro que debía de ser alejado de Danielle. Miró hacia su alrededor, cuatro profesores parecían estar atentos a lo que pasaba. Haerin ya se lo imaginaba murmullando entre ellos "¿Qué hace esa chica con el?" "¿No que esa chica es tartamuda?" "Pensé que era muda"
—Bueno, no es como que usted tenga más derecho en venir—se acercó al hombre para susurrarle—. Escuché que tiene una orden de alejamiento—dijo mientras veía que más profesores se acercaban.
Eso le asustaba, estaba llamando mucho la atención para su gusto, luego de eso le iba a pedir a Jennie que le suba a la dosis de su calmante por una semana. ¿Y si la expulsan? No quiere vivir otro primer día y menos en su último año escolar.
—Es mi hija.
—¿Le pregunté?—preguntó mirándolo directamente a los ojos. Su falta de expresión no hacía más que intimidar al mayor.
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Super Shy [Daerin]
FanfictionLuego de un accidente, Danielle debe de vivir con la pareja de su madre y debe de dormir en la habitación de Haerin. Una chica extremadamente tímida. [Una autoadpatación de mi fic Winrina, pero con unos pequeños cambios para que se adapten más al Da...