Un cazarrecompensas del la Policía retirado que vive con su hermano los dos hijos de este su hermano trabaja como Detective del FBI mientras que él pasa la mayor parte del tiempo con los niños, cuándo el menor de estos se enferma gravemente el diner...
Un Seonghwa se encontraba en New York y ahora que ya no tenía equipo para el próximo ataque era obvio que necesitaba uno había recibido a uno por parte de de Jefe, al parecer era un Maestro del disfraz, podía infiltrarse en cualquier lugar sin ser detectado ahora mismo se dirigía a central Park para encontrarse con él según su Jefe estaría en la banca junto a la estatua leyendo el Periódico de hoy, una vez dio con la cabellera rojiza fue directamente allí
- Señorito Song Mingi supongo - dice sentándose de piernas cruzandas con las manos en los bolsillos para que no pareciera que hablaran
- El gusto es mío ah...
- Park Seonghwa - dice sin mirarlo - ¿Sabes el porqué estás aquí? - pregunta viéndolo
- Claro - dice para dejar el periódico - por lo que tengo entendido solo somos nosotros dos ahora ¿Habrán más? Si queremos el Toussaint necesitaremos ser más de dos personas
- No quiero sonar abusivo pero ¿Conoces a alguien? - dice viéndolo como este suspira - no me malentiendas nunca soy así de descuidado es solo que estoy desesperado
- Conozco a alguien, vive en Oregon ¿No tienes problema en ir hasta allá? - dice viéndolo negar
- Si no te molesta llevarme - dice para empezar a caminar siendo seguido por el otro - Mira esto - dice para darle un folder con información
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un silbido salió de los labios de Mingi con sus pupilas dilatandose como los de un niño
- Qué belleza - dice admirandolo - Y ¿Cómo tienes planeado sacarlo de ahí?
- En partes, por lo que tengo entendido eres bueno con las joyas - dice para subir a su auto - te las arreglaras
- Hiciste la tarea - dice para subirse igual pero se da cuenta que el otro se sentó en el asiento de copiloto dejándolo a él el conducir
- Claro que si siempre - dice para acomodarse y cerrar los ojos
- ¿Me dejaras manejar? - dice algo sorprendido
- Confío en ti - dice para colocar la ubicación del hotel donde estaba
- Bien - dice hasta que la vista baja hacia la mano del otro dónde una pulsera con el nombre de Arthur en ella además tenía un pequeño candado para que no se la quitara
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
