Me encuentro en el cuarto de Yoonbin, por primera vez desde lo ocurrido siento el valor de entrar a su cuarto y aunque pensaba que estaba listo el nudo en mi garganta se mantiene mientras trato de mantener la calma.
Estoy guardando las cosas de mi hermano dentro de unas cajas, su ropa, zapatos y objetos de cuidado personal, ya he recogido su cama, la he dejado hecha como a él le gustaba y debajo de ella he encontrado un arete en forma de corona, supongo que es de “el”
Lo miro por breves segundos mientras el pequeño objeto de metal descansa en la palma de mi mano y caigo en cuenta que Yoonbin lo metía a escondidas a su habitación, pues jamás lo había visto entrar a mi casa. Mi hermano decía que su novio se resistía a venir, pues supuestamente el padre de aquel omega era muy estricto y no lo dejaría ir a la casa de un alfa, porque se imaginaba muchas cosas indebidas.
Pero conozco perfectamente el deseo de mi hermano por llegar más lejos con su novio,
─ Veo que lo conseguiste ─ menciono con una leve sonrisa.
Porque Yoonbin siempre se salía con la suya, lo hizo cuando se quedó con el omega que a él le gustaba incluso cuando se lo había confesado, a su hermano no pareció importarle y aún sabiendo la verdad lo hizo su novio.
Sonrió sin gracia y guardo aquel arete dentro de mi bolsillo, quizá en un futuro me sirva para saber la verdad detrás de ese omega.
Sigo empacando sus cosas dentro de las cajas, hasta que poco a poco solo van quedando los muebles vacíos y las paredes libres de aquellos posters que a él le gustaba poner; sin embargo hay unas cosas que quiero conservar para mí.
Por ejemplo el reloj de muñeca que Yoonbin había recibido en nuestro cumpleaños número 18 o un suéter color azul que era su favorito, de esta forma siento que siempre lo andaré conmigo de alguna manera.
Termino de guardar las cosas de mi hermano y dejé las cajas dentro de un mueble y las que no caben ahí encima de la cama, esto mientras encuentro un lugar más adecuado donde dejarlas.
Me pongo de pie y camino hasta la puerta, es imposible no dar un último vistazo a lo que fue el lugar más privado de mi hermano, hay nostalgia en mi mirada, jamás imaginé que llegaría el día donde me encuentre vaciando su habitación, me parece poco creíble porque él parecía tener algo en contra con que alguien ponga un pie dentro.
Suspiro entrecortado, una pequeña parte de mi aún se resiste a aceptar la verdad, pero la otra, ya es consciente que Yoonbin jamás volverá y eso aún quema por dentro.
Cierro la puerta y le pongo llave, luego bajo a la sala, puedo ver a mi madre conversando tranquilamente y sonriendo con sus amigas, como si hace poco más de una semana no hubiera perdido a su hijo, lo que me hace pensar que su duelo no ha durado nada, en el fondo me molesta, pero no soy capaz de decirle.
La ignoro y salgo sin que se de cuenta, está nublado y el clima es agradable, tomó mi bicicleta y voy a un lugar en específico con la única intención de despejar mi mente.
Siento algunas gotas caer sobre mi rostro, anunciando que la lluvia está pronta a caer, pero poco me importa, solo quiero llegar al lugar que él solía frecuentar muy a menudo.
Llegó al lago del pueblo y noto la presencia de alguien más, se trata de Seojun, un amigo muy cercano de Yoonbin, al parecer estaba ahí por las mismas razones ya que su mirada luce pérdida en aquellas aguas congeladas.
Dejé mi bicicleta cerca de un gran árbol y a paso lento camino hasta donde está Seojun. Este nota mi presencia casi de inmediato y me siento sobre el césped también, con mis piernas abrazadas sobre mi pecho.
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El silencio de la verdad [Yoonmin]
Mystery / ThrillerDespués del asesinato de mi hermano me juré a mi mismo que su muerte no quedaría impune, que llegaria al final de esta imcrucijada aunque eso me cueste más de lo que puedo pagar. Pero en este pueblo todos esconden secretos, todos tienen algo que re...