08: Pequeñas mentiras.

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Narra Jimin.

No puedo dejar de mirarlo, la velocidad en la que su rostro adopta esa palidez enfermiza, cuando su mano fue a su pecho y lo comenzó a sobar como si le doliera, o la manera tan repentina en la que se puso de pie y a paso torpe caminó hacia la salida sin decir una sola palabra.

Mi cuerpo se movió involuntariamente, me puse de pie y lo seguí sin importarme los llamados del maestro.

─ ¡Yoongi!, ¡Espera un momento por favor! ─ lo llamo inútilmente, porque no me responde y tampoco parece querer detener su andar.

Tampoco me detengo, lo sigo por los pasillos del primer piso hasta que llega a los baños de alfas y entra sin prestar atención a mis llamados.

No lo pienso dos veces para entrar detrás de él aunque yo sea un omega y por suerte el interior se encuentra vacío. Lo veo sostenerse del lavamanos y a través del espejo puedo ver su expresion sufrida, sus ojos están cerrados, su sien está arrugado y su rostro sudoroso, algo que me preocupa es ver que su mano sigue en su pecho y su respiración es irregular.

─ Yoongi ─ lo llamé suavemente, mientras a paso lento camino hasta él, sin la intención de asustarlo o incomodarlo con mi presencia.

Lentamente abre los ojos, siento un sentimiento extraño al ver su mirada cristalizada, sus ojos grises lucen más hermosos a mi parecer de está forma; sin embargo no no se ve feliz.

─ Vete ─ me dice y noto como su respiración comienza a normalizarse, aliviandome solo un poco.

─ ¿Estás bien? ─ llevó mi mano a su hombro pero él reacciona arisco a mi toque, por lo que entiendo que debo respetar su espacio ─. Lo siento.

No dice nada, pero me conformo al ver que su mano ya no está en su pecho y la dirige al grifo y lo enciende para enjuagar su rostro sudoroso.

Muchas veces he visto a Yoongi, lo hacía cada vez que venía a la universidad a recoger a Yoonbin junto a su madre, lo hacia cuando el me miraba a escondidas y pensaba que no me daba cuenta, en realidad mi mirada siempre estaba sobre él y tal vez mi gran error fue haber sido tan obvio al punto de verme obligado a mentir con tal de que él estuviera a salvo.

Pero jamás lo había visto tan afectado... bueno, en realidad si, fue esa noche cuando velaron a su hermano, creo que ese día también murió algo en su interior.

─ ¿Tú lo sabías? ─ se que se refiere a lo de las carreras, yo asiento y él me ve a través del espejo.

─ ¿Con qué frecuencia lo hacía?

─ No estoy seguro, solo lo acompañé una vez y lo hice sin que mi padre se diera cuenta ─ fuí honesto, después de todo no había nadie más que me escuchara.

─ ¿Puedo saber porque discutían tan a menudo? ─ me pregunta, su mirada está enrojecida.

En definitiva no, él no puede saber la verdad detrás de nuestras peleas.

─ Teníamos nuestras diferencias, Yoonbin era un alma libre, nadie le decía nada y podía salir y divertirse cuanto él quisiera, yo vivo bajo el cuidado excesivo de mi padre, él quería que saliéramos y yo muchas veces tuve que rechazarlo porque no tenía permitido hacerlo de noche.

─ Pero tú fuiste a mi casa, ¿no es así? ─ no entiendo ─. La noche en que Yoonbin murió iba a recibir una visita a nuestra casa y a juzgar por su emoción sospecho qué eras tú.

Arrugó el entrecejo, ¿qué tonterías está diciendo?

─ Creo que te estás confundiendo.

Él parece pensarlo, desearía poder leer su mente, conocer esos pensamientos que estoy seguro lo están atormentando.

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⏰ Última actualización: May 13 ⏰

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El silencio de la verdad [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora