00─PEQUEÑO TENKO•͙✧⃝•͙┄☄

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Mantenía la mirada fija en el juez, esperando a que dictaminará la sentencia. Un gran suspenso se propagó por la sala. El hombre miraba sin parar un par de papeles, el silencio asfixiaba y mucho más a sabiendas que solo había dos posibilidades. El abogado a mi costado me tendió una botella de agua, no dude en aceptarla con un pequeño asentimiento de cabeza, no podía sonreírle, la situación me superaba al extremo.

Abrí la botella para dar un trago grande al agua, la cabeza no me dejaba de dar vueltas, maquinando una u otra alternativa por si las cosas no salían como quería. Debía tranquilizarme. Estar nerviosa no ayudaba en nada. Con toda la situación me dispuse a cerrar la botella con cuidado mientras veía con atención como el juez dejaba las cosas a un lado.

─Teniendo en cuenta la sentencia dictada por el tribunal, la sentencia formal dictamina que la custodia del infante Tenko Shimura, es otorgada a la señorita Yoshi Shimura ─habló golpeando el martillo con fuerza sobre aquella base de madera─. Ingresen al menor.

Me levanté inmediatamente del asiento, una puerta fue abierta dejando que un pequeñín de cabello negro corriera hacia mí. Pude respirar en paz al ver su sonrisa en mi dirección. Sus delgados brazos me envolvieron sin que sus manos me tocasen, y con todo el amor del mundo lo levante del suelo dándole vueltas en el aire mientras escuchaba su risa en mi oído derecho.

─Vamos a casa ─me separé de Tenko, la sonrisa que se situaba en su carita me dio mil años de vida.

─ ¿Eso quiere decir que no me tengo que quedar en el orfanato? ─preguntó con los ojos brillantes.

─Así es, ahora puedes ir a casa ─afirmé dejándolo en el suelo.

Tomé mis cosas del asiento, la carpeta con papeles y de más, para finalmente voltearme al abogado que llevo el caso. Le tendí la mano esta vez con una sonrisa sumamente enorme.

─Muchas gracias por su servicio, le haré una transferencia bancaria con su paga ─le informe soltando su mano.

─Fue un placer atender su caso, señorita Shimura ─asintió dando una pequeña reverencia que imité.

Le extendí el meñique a Tenko para que lo sujete, y eso hizo, enganchó su pequeño meñique con el mío para dirigirnos fuera del tribunal. Caminamos hasta salir al pasillo del lugar.

─ ¿Qué te parece si vamos a comer algo? ¿Tienes hambre? ─pregunté mirándolo con cariño.

Levantó su cabeza asintiendo con efusividad, pude apreciar la piel reseca de su rostro y cuello. Sus alergias habían empeorado.

─ ¿Qué quieres comer, Ten-ten? ─le piqué su nariz con un dedo.

─Soba ─sonrió ante mi gesto.

─Comeremos Soba entonces ─asentí dándole el gusto─. Pero antes pasaremos por una farmacia por crema para tu alergia, e iremos a que te des un baño a casa.

─ ¿Compraras una crema para mis alergias? ─preguntó espantado, asentí confusa. Antes de que pudiera abrir la puerta que daba a la calle él me detuvo─. Pero Yoshi, las cremas que necesito son demasiado caras ─su tono de preocupación me hizo sonreír.

Me agaché a su altura quedando apenas una cabeza más abajo, pasé la mano libre por su cabello dándole un mimo. Terminé por acunar su carita en mi mano.

─Cariño, el dinero no es problema cuando se trata de ti ─le hice saber, y era real─. Podría vender mi alma si eso implica que tú estés bien ─dejé una caricia con mi pulgar en su mejilla─. Además, estas hablando con una heroína profesional ─solté con fingida arrogancia.

Una risita se le escapó ante aquello, su mano se estiró hacia mí rostro y, al ver que no me moví con miedo como lo haría cualquiera, dejo que cuatro de sus dedos resbalaran por mi mejilla hasta que uno de sus deditos picó el hoyuelo en esa zona. Sabía que Tenko no me haría daño.

Flares | Enji Todoroki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora