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De; Tiago Para; Maia
Lo sé, ya han pasado semanas desde tu partida y, sin embargo, cada día sin vos parece una eternidad. Después de que te marchaste a otro país, siento que una parte de mí también ha dejado este lugar. Nuestro lazo parece disolverse lentamente, como las olas del mar a medida que se retiran hasta borrar la huella de la arena. Extraño muchísimo la alegría que compartíamos: la risa que llenaba cada esquina de nuestra conversación, los secretos que eran exclusivamente nuestros. Ahora, cuando recuerdo todos esos momentos, veo cómo se desvanecen en la distancia. Cada recuerdo es una estrella fugaz que brilla intensamente antes de desaparecer en la noche. Pero espero que sepas que siempre llevaré su esencia conmigo, aunque tenga ese mal sabor de boca que no se va ni masticando tus chicles favoritos. Tu perfume aun esta en mi almohada, me gaste mis ahorros en el y aunque duela seguramente es la mejor compra que hice en toda mi vida y con diferencia. Extraño contarte mi dia a dia, por lo que he visto, cambiaste de numero y no te puedo escribir por eso mismo. Mama dice que vos estarás conmigo en todas partes y que siempre que te extrañe me fije en las estrellas, a vos te encantaban. Dicen que el amor duele, pero si alguien te ama ¿por que te haría daño? Tal vez aun no tenga respuesta para eso.
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Tiago volvió a hacer el procedimiento del dia anterior, guardó la carta.
A 1232 kilómetros estaba Maia, llorando desconsolada en su cama, su cerebro no podía procesar tantas cosas, ella quería volver a su casa, a donde estaba el amor de su vida.
