Capítulo 9~Mairen

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No veía por donde iba pero continúe caminando, estaba algo mareada y agobiada por la fiesta. Era a la primera fiesta que asistía, supongo que tenía las expectativas demasiado altas, pero bueno no me puedo quejar había conocido a un grupo muy majo de chicos y chicas el cual parecía muy sanos y leales.
A lo lejos pide ver a Rick, sentí una alegría profunda, tanta que me eche a correr como pude hacia el, me sentía muy tonta porque con el vestido no podía correr bien pero por lo menos a él le había cambiado la cara, lo notaba triste y ahora se estaba riendo a carcajadas.

_Rick!!!_ dije apunto de echar un pulmón.
Llegue hasta donde estaba y lo abracé con fuerza.
_¿Que tal pato?_ dijo riéndose.
_Callate que tú no dejas de ser un miura.
_¿Has bebido?
_Dos copas, es la primera vez que bebo y no veas que mal sienta.
_Que tía_ dijo riéndose
_¿Te apetece subir a mi habitación?
_Vale, pero solo porque tienes cosas que explicarme.

Se adentro en el hotel y yo fui detrás de el disimulando mi estado, llegamos a su cuarto y me tumbe en su cama.

_¿Tocas en los Breakers?_ dije sin cortarme.
_Por descracia si, hace años que me quiero ir_ dijo con la voz cortada.
_¿Por qué?
_Mairen, ¿tú sabes lo que es salir a la calle a dar un paseo y que un montón de personas y cámaras te persigan?
_A mi me gustaría.
_ Porfavor, como te va a gustar eso.
_Por lo menos la gente se daría cuenta de que existo_dije con un suspiro.
_Pues yo creo que las personas que no se han dado cuenta de que existes se han perdido un monumento precioso y tan solo por no levantar la mirada.
A mi me gustaría ser del montón, Mairen, la gente te tendría que tratar por lo que eres, no por lo que te dedicas son dos caras completamente opuestas.
_Tienes razón, Rick. Pero me gustaría que la gente me dirá la oportunidad de expresarme para ver si les caído bien.
_A la gente que le den, tu sigue tu camino, si una persona se quiere cruzar en el, adelante, hay ya tu tienes que elegir entre echarlo a un lado o continuar con esa persona, tu vales la pena, Mairen.
_Tu también, Rick, yo quiero conocerte como eres, a mí me da igual q seas famoso, yo me fijo en lo de dentro.

Me abrazó y noté las lágrimas de Rick caer por mi cuello, lo abracé con todas mis fuerzas para transmitirle que hay estaba yo para ayudarlo y no soltarlo nunca.

Amanecí con Rick en los brazos, lo dejé con cuidado en la cama y me fui al baño.

_Aaaaaaaaaah!!
_Aaaaaaaaaah!!
_¿QUE PASA, MAIREN?_dijo Rick gritando mientras venía corriendo.
_¿Que es esto, Rick?_ dijo Marc riéndose.
_Ostia no me acordaba de este_ dijo Rick riéndose.
_Pensaba que era solo tu habitación_dije recuperándome del susto.
_Ojala fuera así_dijo riéndose sin parar.
_Venga maja pasa, que tengo que hablar con Rick_ dijo Marc con una sonrisa.
_Te lo puedo explicar, Marc.
_Seras pillín_ dijo dándome una palmada en la espalda_ Más te vale que no venga Daryl, ya sabes lo que opina de meter chicas en las habitaciones.

Pasé al baño algo avergonzada por lo que se hubiera podido imaginar ese chico. De pronto nose porque me pico la curiosidad y apoyé la oreja para escuchar su conversación.

_¿Esta es la chica de la que me hablaste?
_Si es ella.
_Pues si que es guapa si.
_Ya_dije mientras seme escapaba una sonrisa.
_Pues aprovecha bien estos dos días.
_Yo supongo que me quedaré un poco más.
_No creo que puedas, Rick.
_¿Por qué no voy a poder?
_Daryl nos dijo ayer que nos daría dos días aquí de descanso y que nos iremos a tocar a Granada.
_¿Ha Andalucía?_ dije extrañado.
_Si nose que le ha dado a este hombre con los viajes de punta a punta.

Sentí como si alguien estuviera espachurrando mi corazón con sus propias manos, ¿cómo que Rick se va?
me entraron ganas de llorar pero por práctica conseguí retenerlas, me peinarme un poco y salí afuera con ellos.
Noté como a Rick se le iluminaba la cara al verme, como esos ojos marrones oscuros empezaban a brillar, ese chico tenia una mirada que le delataba, con solo mirarle a los ojos podía intuir si estaba mal, si estaba preocupado, si estaba feliz... eso era algo que me encantaba, ya que, se le ve una persona que le cuesta expresar sus sentimientos y de esta manera podría ayudarle sin la necesidad de que él acudiera a mi.

_Buenos días_dije con una sonrisa.
_Buenos días, Mairen_dijo Rick un poco embobado.
_Encantado Mairen, yo soy Marc_dijo Marc tendiéndome la mano con ímpetu.
_¡Encantada!
_¿Os apetece bajar a desayunar?_dijo Rick.
_¿Pretendes bajar al comedor con Mairen?
_¿Y porque no?
_Tío te la estás ganando con Daryl, ya sabes que no le gustan los acompañantes.
_¿Desayunamos en tu casa, Mariren?_dijo Rick con un suspiro.
_Vale así me cambio de ropa.
_¿Yo estoy invitado?_pregunto Marc con una risa vacilona
_Si sobre todo tú_dijo riéndose.

Salimos del hotel dirección a mi casa, me dolía muchísimo la cabeza, tenía muchas ganas de llegar a casa desayunar y tomarme una aspirina, de echo fue lo primero que hicimos. Me fui a duchar con agua fría para despejarme un poco, me vestí con un vestido largo verde y salí al salón donde me estaba esperando Rick.

_¿Te apetece hacer algo hoy?_dijo Rick.
_Podríamos ir a ver un poco más la ciudad, ¿comemos por hay?, no compre comida suficiente.
_Me parece bien.

Salíamos de casa en busca de un restaurante en el que comer, encontramos uno en el centro de París que estaba bien de precio y además era un bufe libre, nos sentamos en la mesa y empezamos a deborar los platos en silencio hasta que el lo rompió.

_¿Que tal va esa decisión?
_Pues aún sin tomar.
_¿Y cuando piensas hacerlo?
_No sé, aún me queda mucho verano por delante.
_No, que cuando piensas poner tu felicidad como prioridad.
_Es complicado.
_No lo es_dijo dándole un fuerte mordisco a él pan.
_Rick, esque nunca lo he echo, me han educado así, no puedo hacer una cosa que no he echo en mi vida.
_A ti te gustaban los libros, ¿no?
_Si me encantan.
_Pues tu situación se asemeja a que una persona diga que no le gusta leer sin haber abierto un libro en su vida,¿Que crees que pasaría si hubiera uno?
_Yo creo que le fascinaría.
_¿Tanto como eso?
_Yo creo que sí.
_Yo la verdad que no entiendo los rollos esos que tenéis entre lectores, a mí no me gusta leer.
_¿Que dices?, ¿Porque no te gusta?
_Bufff, hace años intenté leer un libro y no me gustó para nada.
_¿Y porque no te gustase un libro ya no te gusta leer?, mira Rick los libros son como los helados hay de mil sabores y de mil convinaciones, hay algunas personas que le gustan de vainilla o de fresa y a las más golosas el de chocolate, a mí por ejemplo no me gusta el helado de menta pero sin embargo me pones delante una tarrina de helado de limón y la deboro_dije entre risas_ además, está chica que tienes delante a ido a la luna en un instante, a sido piloto en una nave espacial, también a luchado contra piratas y a escalado montañas inalcanzables sin apenas moverme.
_¿Y eso como?_dijo algo desconcertado.
_Pues leyendo, con un solo libro puedes viajar a otros lugares del mundo desconectar un poco de la realidad que en ocasiones nos sobre pasa.
_Con esto me has demostrado que defiendes lo que te gusta, Mairen, ¿Por qué no lo haces delante de tu padre?
_Porque quiero ganarme su cariño, quiero que me trate como a mí hermano.
_Pero Mairen, el amor de los padres es incondicional, no creo que cambie nada si empiezas a trabajar en esa empresa, porque si ahora te dijera que no me gustan las empresas o la administración ¿lo defenderias de la misma manera?
_Yo creo que no.
_Pues hay es Mairen, tu lugar es estar entre los libros y además lo sabes, solo que tienes que armarte de valor y anunciarlo.
_Puede que tengas razón pero aún no me siento preparada.
_Aun tienes tiempo, por eso no te preocupes de momento, lo bueno es que ya empiezas a tener algo claro.

Terminamos de comer cerca de las cuatro de la tarde, y decidimos bajar un poco la comida dando un paseo, pero pero tenía un rumrum en la cabeza que no puede evitar soltar.

_¿Enserio no te gusta leer por eso?
_Enserio.
_Tengo una idea vamos a mi casa.
_Como tu ordenes, jefa.

Llegamos a casa y fui corriendo a mi habitación, saqué todos los libros que tenía guardados en la mochila y cojí el principito, era mi novela favorita, la había leído por lo menos cien veces pero le tenía un especial cariño desde pequeña. Agarré un bolígrafo y un papel adhesivo de la mesa y le coloque una dedicatoria dentro.
Fui al salón y hay estaba tirado en el sofá.

_Para ti_ dije tendiéndose lo.
_¿Un libro, enserio?
_Yo creo que te va a gustar, me recuerdas mucho a el_dije señalando al principito en la portada.
_Pero bueno, con dedicatoria y todo_la leyó en voz alta_ "No era más que un zorro semejante a cien mil otros, pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo".
_¿Te gusta?, es una frase del Principito.
_Es un detalle muy bonito, Mairen.
_Prueba a leertelo, Rick y ya me dirás si te gusta.
_Eso está echo.

Ya que estábamos en casa decidimos echarnos un rato la siesta y al despertar saldríamos un rato a ver la ciudad de las luces encenderse.

El color de las cosas invisibles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora