El color de las cosas invisibles

Capítulo 11~Mairen

Corrí lo más rápido que pude, parecía que seme iba a salir el corazón del pecho, por un momento di todo por perdido pero vi como el bus fresaba de golpe y se abría una puerta, por la que salió Marc.

_¿A que esperás? sube_dijo con una sonrisa.
Le miré con los ojos brillantes y con la respiración agitada, una mirada que transmitia gratitud.
Subí y a él estaba el con una sonrisa, me senté a su lado y lo abracé.
_Veo que has elegido correr riesgo_ dijo con una sonrisa.
_Por algunas pensonas merece la pena_dije aún recuperando el aliento.

Rick me dio un poco de su botella de agua y pronto casi en un sueño profundo, desperte cuando ya estábamos en España.

_Jodo por fin despiertas.
_¿Donde estamos?
_En Madrid_ dijo riéndose.
_Entonces, ¿cuanto llevo dormida?
_Como unas dieciséis horas
_Jodo la bella durmiente_ dijo Marc que lo teníamos detrás.
_Calla_dije riéndome

Todo el bus se inundó de risas.
Bajamos del bus para cojer el AVE, nunca había estado en España ni había montado en AVE, todo era nuevo para mí.
Llegamos a Granada en apenas dos horas, nada más llegar nos fuimos a comer y a echar la siesta aunque no tenía mucho sueño, por eso me dediqué a molestar a Rick al no saber que hacer. Le dejé dormir un rato y cuando te despertó seme quedó mirando un buen rato.

_¿Te apetece ir a dar un paseo?_ dijo sin quitarme la vista de encima.
_Me parece bien.

Salimos de la habitación y caminamos por las calles acogedoras de Granada.

_Rick, quiero ir a ver la Alhambra.
_Eso está echo.

Nos distragimos mirando unos puestos medievales que había en medio de la cuidad, también fuimos a por un helado y a la que fuimos ya estaba atardeciendo, el cielo estaba anaranjado, era precioso.

_A estas horas la visita guiada estará cerrada pero podemos ir al mirador para verla de lejos.
_Bien pensado, por lo menos verla ya que estamos aquí, mi hermano me hablaba mucho de la Alhambra, le gustaba mucho Andalucía, de echo mi abuelo llegó a vivir aquí.
_¿Y eso?
_Por trabajo, pero no sé puede quejar, este sitio es precioso.

Llegamos al mirador y me deslumbre era preciosa y encima le acompañaba un calido atardecer.

_Es precioso, Rick...

Pero en vez de una respuesta solo recibí risas y risas.

_¿De que te ríes?
_Ahora me lo dices.
_No.
_Que me lo digas
_Obligame miura_ dijo riéndose.
_Porfiii dimelo.
_Porque tengo la mismísima Alhambra delante y solo te miro a ti.

En un momento seme subieron los colores y luego lo abracé tan fuerte que temí hacerle daño, nadie me había dicho cosas tan bonitas nunca...

Se nos hizo tarde y volvimos al hotel a la hora de cenar, cenamos y los subimos a la habitación, está tenía dos camas y solo un escritorio y un baño no era tan bonita como la de París.
Mi padre me había escrito unas cuantas veces, solo le escribía pa que supiera q estaba bien pero le dije q no iba a ir a esa empresa, que tenía un sueño que cumplír y este no se encontraba entre cuatro paredes y un montón de informes que rellenar, sino que se encontraba entre las páginas, en una librería y en mi cama escribiendo nuevas aventuras de personajes ficticios pero que los sentía tan reales...