En el diálogo interno de mi ser,
cerebro y corazón se encuentran a hablar,
orgullosos ambos, sin miedo a caer,
porque a pesar de todo, sigo en pie.Cerebro: Admirable es nuestra fuerza y resistencia,
ante las batallas internas que hemos librado,
orgulloso estoy de nuestra firme consistencia,
y de la determinación que nos ha guiado.Corazón: Sí, en cada latido late la valentía,
de seguir adelante a pesar del dolor,
nuestra fortaleza es nuestra mayor alegría,
y en ella encontramos nuestro mayor honor.
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Poemario de un alma rota
PoesíaToma mis poemas y húndete en la oscuridad de mis letras