Los días pasaron, La sannin Tsunade llegó a la aldea convirtiéndose en la nueva hokage.
—Ya no puedes seguir siendo una kunoichi.
La hyuga solo se mantenía en silencio. ¿Porque le afectaba tanto? Ella no quería ser un ninja desde pequeña ¿porque se sentía así?
—No soy como el anterior Hokage, respeto a mi sensei pero debo decir que fue un error el seguir dejándote la banda, es muy peligroso ese saisho que llevas.— la rubia esperaba una rabieta, un reclamo pero no hubo reacción por la castaña, eso la confundió pero al mismo tiempo la calmó.
A diferencia de hace un momento con Lee, a ella no parecía importarle.
No quería tener problemas a futuro y creía que eso era lo mejor.
—Entrégame tu banda— finalizo y la hyuga no tardo en hacerlo dejando su frente descubierta y con ello, su sello—Puedes irte.
Salió de el lugar conteniendo todo el coraje que tenía acumulado
Tratando de salir choco contra alguien alzó su mirada para encontrarse con el nara
—¿Nori?— su voz sonaba preocupante— ¿estas bien?
Ella no le contesto y solo le dedico una mala mirada era la única persona a la que quería ver trato de irse pero el menor tomó su muñeca impidiéndolo
—Tengo que hablar contigo.
—Estoy ocupada— respondió con un tono neutro soltándose de su agarre bruscamente.
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— ¿¡Que hiciste Que!?— su madre se levantó de la mesa en un sonido sordo—¡creí que había criado un hombre! No un patan.— a la señora nara se le espanto el hambre y salió de la cocina realmente enojada.
—Nose como solucionar mi error.— el nara estaba frustrado y agotado de tanto pensar, nunca se le complicó solucionar problemas pero esos problemas eran sobre matemáticas, este era un problema de amor.
¿Un problema de amor?
El menor de los nara repitió esas palabras en su cabeza no podía creer que realmente pensó eso.
Un problema de amor
Eso era lo que era.
—pudiste equivocarte en decirle que se le veía mal un corte de cabello pero no, te equivocaste al minimizar su dolor ¿en que pensabas? Shikamaru esa mujer está sufriendo más de lo que crees, ya escuchaste a su hermano en los exámenes.—su padre se levantó de la mesa— si quieres solucionar las cosas, busca a alguien que la conozca bien. Es una chica complicada.
—Cuando ella te perdone, vas a sentirte peor y es ahí donde vas a tener tu merecido.
El mayor se retiró de la cocina y el nara se fue a su habitación
