—¡no puedo perderla! No puedo hacerlo.— shikamaru pudo seguir a la chica, dejó atrás a todo su equipo para ir tras ella.
La seguía de cerca y no entendía porque no lo atacaba, estaba seguro que ella estaba enterada de su presencia pero lo ignoraba.
—¡Detente!— estaba por tocar el hombro de su amada pero su figura desapareció ante sus ojos y perdió el equilibrio callendo a el suelo, estaba demasiado agotado y no tenía mucho chakra.
había caído en todo el lodo y la lluvia era muy fuerte, ardía cada gota que caía sobre el. Alzo su mirada buscando a Nori
—¿Porque Nori?— preguntó cuando pudo verla, estaba tan solo a unos metros de él de espaldas y alzando su vista a el cielo.
—Porque era necesario.— respondió con neutralidad
—No hablo de eso..— el egoísmo de el nara salió a la luz. La había seguido por un tema personal y no por las órdenes del hokage.— ¿Porque actúas como si lo nuestro no hubiera existido?— se levantó sosteniendo su brazo por el dolor.
—No lo hagas más difícil de lo que ya es..— su voz era relajada y tenue, casi inaudible.
—¡No hay una razón para hacerme creer que tú y yo no fuimos nada!— grito en desesperación.—Trato de superarte pero llegas hoy a arruinar todo...— dijo con resentimiento.— ¡No puedo evitar amarte!
El silencio reino en el lugar, lo único que se escuchaba era el sonido de la lluvia caer y los truenos que se escuchaban cada cierto tiempo.
—¿¡Me escuchas!?— era una pregunta retórica— ¡Te amo!— confesó con desespero al borde de el llanto.
—Pasará.— respondió con simpleza acercándose a él, sin dejar pasar más el tiempo creo otro látigo que perforó el hombro de Shikamaru.
Dejo que su cuerpo cayera y se dedicó a mirarlo.
Lo amaba y se culpaba por todo lo que pudo sentir el contrario, era difícil pero no se podía permitir amar alguien cuando su probable destino era morir.
—No me digas de nuevo.— no supo si el moreno la escuchó pues se veía demasiado mal.
Sin más se fue saltando sobre los árboles. Debía ir a algún otro lado lejos de alguna aldea grande.. sabía perfectamente a donde dirigirse
Un pequeño pueblo que siempre le mostraba gratitud. ¿La razón? Solo venció a unos bandidos que amenazaban a la aldea. El único lugar en el mundo a lo que podría llamar Hogar.
Cada uno de ellos estaba agradecido con la chica y aunque ellos sabían su fama en el mundo shinobi, cubrían su identidad, eran leales a ella.
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—Buen día, Nori-Sama.— saludo uno de los aldeanos al verla llegar a el pueblo
—¡Es la señorita Nori!— grito una niña y corrió a ella junto a muchos niños más.
—Hola pequeños..— se agachó a su altura y saludó a cada uno con cariño mostrándoles una encantadora sonrisa
Sin duda alguna ese lugar era su Safe place.
—¿Porque no van a jugar? Tengo que ir a ver a Kei-san y parece que va a llover— al escuchar eso los niños salieron de nuevo corriendo a algún otro lado de el pueblo
Nori suspiro pesadamente y se levantó de el suelo
—¿Como estas Nori?— saludo un joven de su edad, el heredero para el liderazgo de el lugar.
—Estoy bien Ryu ¿Como sigue tu padre?— pregunto a lo cual el joven sonrio. empezó a caminar hacia su casa junto con la castaña— La última medicina que trajiste funcionó desde los primeros meses.. ya puede caminar.
—Me alegra mucho ser de ayuda— suspiro aliviada
Siguieron caminando en silencio mientras dejaban que las gotas de lluvia callaran sobre ellos
—¿Puedo hacerte una pregunta?— dijo mientras se recargaba en el muro con vista a el jardín de la familia
—Claro.— contestó relajada
—¿Porque no les dices la verdad?
Nori se quedó unos segundos en silencio
—Esas personas son demasiado buenas...No dudarían en intentar encontrar una manera de acabar con esto para evitar que Ren y yo nos matemos entre sí.— respondió con sinceridad sin ocultar nada, Ryu era de su confianza.
—¿Los extrañas?— preguntó nuevamente
—Como no tienes idea.— Ryu la miro y se sorprendió por la imagen que presenciaba
La lluvia corría por el rostro de la joven, pero parecía que lloraba. ¿Estaba llorando de verdad o solo era un ángulo?
No definitivamente estaba llorando. No dudo mucho y se acercó a ella para abrazarla por los hombros. De inmediato sintió el cuerpo de Nori temblar y buscar con suelo en su pecho
—Lo intento Ryu, enserio... ya no puedo más..— Lloriqueo con desespero y con la voz quebrada
—Confía en mi, vas a estar bien.— acaricio su cabello húmedo quedándose en silencio, sabía que ahora mismo Nori solo necesitaba compañía.
