Querida Esposo,
Hoy me encuentro sumergido en un mar de recuerdos, navegando por las olas de nuestras travesuras juveniles. Recuerdo cuando Éramos jóvenes y nos aventurábamos por senderos desconocidos, con la valentía de dos exploradores intrépidos, pero con la torpeza de dos novatos en el arte de la vida.
Recuerdo nuestras risas contagiosas resonando en el aire, como una sinfonía improvisada que solo nosotros podíamos entender. Cada momento a tu lado era una nueva aventura, un capítulo más en nuestro libro de memorias compartidas.
Recuerdo cómo solíamos perdernos en laberintos de conversaciones profundas, explorando el universo de nuestras mentes jóvenes con la curiosidad de dos niños en un parque de diversiones.
Recuerdo nuestros desafíos absurdos, nuestras apuestas ridículas y nuestras travesuras sin sentido que siempre terminaban en carcajadas y abrazos reconfortantes.
Y aquí estamos, años después, todavía riendo juntos, todavía explorando juntos, todavía siendo los mismos dos jóvenes enamorados que se prometieron amor eterno en medio de la locura de la juventud.
Gracias por cada recuerdo, por cada risa, por cada aventura compartida. Eres mi compañero de vida, mi cómplice en la diversión y mi amor eterno.
Con todo mi amor,
Tu Esposo
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Cartas
Thơ caSolo escribo cartas y poemas, también hago pedidos de los mismo, o temáticos