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𝘤𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘰 ⤿ ❛ 𝓦𝓮 𝓬𝓪𝓷'𝓽 𝓶𝓪𝓴𝓮 ❜
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LA TENSION EN LA SALA DEL COMEDOR. era palpable mientras Michelle leía la siguiente pregunta del concurso.
—¿Quién fue el primer emperador de Roma? —preguntó, levantando la vista hacia Alice mientras pasaba la página con las preguntas preparadas.
—¡Eso es fácil! Augusto, Áureo de César Augusto. —Alice le guiñó un ojo a la morena, señalándola con un dedo y sonriendo ampliamente, satisfecha con su respuesta.
Alice Miller recorrió su mirada hacia Josh, quien estaba distraído mirando la pantalla de su celular con el ceño fruncido. Un gesto que no pasó desapercibido para ella. Durante las últimas horas, su amigo había estado pendiente de su móvil, como si su vida dependiera de ello. Esto la preocupaba. Desde que había llegado, Josh había sido parte activa de su grupo, pero ahora parecía como si su energía hubiera desaparecido en una niebla.
—¿Sucede algo, Josh? —preguntó Alice, con una mueca de preocupación en los labios.
Josh levantó la vista, sorprendido por la pregunta. —No es nada, todo está bien —respondió, apagando la pantalla de su teléfono y esbozando una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
El concurso del instituto se acercaba rápidamente, y tanto Alice como Michelle estaban inmersas en el repaso de las respuestas. Sin embargo, Josh solo estaba allí como compañía, participando esporádicamente. Su mente estaba atrapada en una vorágine de pensamientos sobre la orden que había recibido de su jefe el día anterior. La lucha interna que experimentaba lo dejaba exhausto. No estaba seguro si debía seguir adelante con lo que se le había encomendado; no estaba preparado para tomar una vida, ni siquiera la de un héroe.
El tiempo de práctica voló, y pronto se despidieron, prometiendo continuar más tarde. Josh había estado presente en cada clase, incluyendo las sesiones de geometría que tanto le costaban. Pero en cuanto terminó, salió a buscar a Peter Parker. Necesitaban planificar el proyecto que les habían asignado. Caminó de un lado a otro del campus, enviando mensajes que nunca recibieron respuesta. Finalmente, concluyó que Peter tenía el celular apagado, lo que le hizo suspirar con frustración.
