CAPÍTULO 1- Un nuevo propósito.

23 5 0
                                    

Miré el plato vacío en el suelo. Vacío... como todo mi ser en este momento.

—Tengo hambre.

Muchísima hambre... Yo... no sé qué hacer con mi vida... ¿Qué hago ahora? Lo perdí todo... Perdí a la persona que más amaba... Y no sé si pueda seguir adelante con mi vida.

Mi abuela es la persona que más amo en mi vida. Ella me educó, me dio un hogar, comida, amor... Gracias a ella, soy la persona que soy ahora. Un chico amable, educado y respetuoso con todas las personas. Me enseñó a nunca decir groserías. Me enseñó a respetar la vida de las personas. Me enseñó a ser empático. Me enseñó lo que es correcto y lo que no... Me enseñó a ser un buen ser humano. Gracias a mi abuela, soy lo que soy ahora. Sin ella, no sería feliz... Mis calificaciones son casi perfectas. Mi abuela trabajaba todo el día para poder pagarme la escuela y alimentarme. A pesar de ser pobres, nunca me faltó la comida. Mi abuela me educó sin ayuda de nadie. Mi abuela me alimentó, me vistió y me dio educación sin ayuda de nadie. Nunca recibimos ayuda del gobierno. A pesar de mis excelentes calificaciones, nunca pude conseguir una beca... Pero, aunque éramos muy pobres, éramos felices.

—Felices... Abuela, me hiciste muy feliz, siempre estaré agradecido contigo... Pero... ¿tú eras feliz?

No lo sé... Nunca me trataste mal... Nunca te vi enojada... Siempre estabas tan alegre y sonriente... ¿Realmente eras feliz o fingías estar feliz para no preocuparme? A pesar de tu avanzada edad, trabajabas todo el día para poder traer comida a casa... ¿Disfrutaste de tu vida?

—¿O te arruiné la vida?

Me da miedo pensar que no pudiste disfrutar de tu vejez por tener que mantenerme... Una mujer de tu edad debía estar en casa, descansando, no debías estar trabajando... Yo... arruiné tu vida.

—Lo siento, abuela... Perdóname.

Siempre me esforcé para ser un chico perfecto. Quería que mi abuela se sintiera orgullosa de mí, pero... Ahora que ella no está, no vale la pena seguir esforzándome... Primero perdí a mis padres, y ahora perdí a la persona que más amaba. Perdí a mi abuela... ¿Vale la pena seguir vivo?

Las deudas se acumulan... Siempre hemos sido pobres, así que no tenemos ahorros... Yo... Yo no sé qué hacer.

No tengo dinero, no tengo trabajo... No tengo nada para vender... No tengo nada.

... ¿Y si me prostituyo?

—No... No...

No debo hacerlo... Mi abuela estaría decepcionada de mí si trabajo en algo tan peligroso e indecente.

Además... ¿para qué seguir vivo? La vida ya no tiene sentido alguno.

—Abuela... No sé si podré seguir adelante sin ti... Yo... Yo no sé qué hacer con mi vida.

Puse la fotografía de mi abuela en un altar... O intento de altar... No tengo dinero para comprar un cuadro... Puse algunas flores que robé del parque en el altar... Robé flores de un parque... No tengo dinero ni para flores... Lo siento, abuela... Lo siento tanto.

—Perdón... Mereces algo mejor... Pero no soy capaz de conseguirlo.

Perdón por ser un inútil, abuela. Perdón por ser tan débil... Perdóname.

Sé que debo seguir adelante, eso quisieras, pero... no... No quiero.

¿Por qué estudiaba tanto? Para que estuvieras orgullosa de mí.

¿Por qué seguía vivo? Porque quería seguir a tu lado.

... Yo... ¿Yo no disfrutaba de la vida?

No lo sé... Tengo a Sonia, mi novia. Tengo a mi mejor amigo, Cris... Tengo todavía personas importantes en mi vida, pero... no es lo mismo... Perdí a la única razón por la que me esforzaba... La perdí para siempre.

Humanos Contra Demonios. ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora