CAPÍTULOS DEL 231 AL 236

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CAPÍTULO 231. VIAJE AL VALLE
DE LA MUERTE (1)

Sin embargo, Yu Su se sintió intrigado por el Valle de la Muerte.

Basándose en el escaneo de la Enciclopedia Genio, las gemas incrustadas en el cuerno eran probablemente subproductos de minas de piedra espiritual.

Después de haber estado tanto tiempo en el desierto, Yu Su sólo había confirmado dos lugares con vetas espirituales: la Montaña del Dios Ciervo y la isla del Árbol de la Vida, ambos lugares que no podía explotar.

Por lo tanto, al enterarse de la mina de piedra espiritual del Valle de la Muerte, no pudo evitar la tentación.

Planeó volver a la Aldea Yu y hacer algunos preparativos antes de dirigirse al valle.

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Al día siguiente de terminar la celebración de los bárbaros, Yu Su y sus compañeros abandonaron el bosque bárbaro.

El Rey Leopardo, junto con su pareja y sus cachorros, les siguió paso a paso de vuelta a la Aldea Yu.

Cuando llegaron al barranco, los guerreros que lo custodiaban se percataron de su regreso.

Después de haber estado fuera de la Aldea Yu durante varios días, Yu Su se sintió mucho más relajado a su regreso.

Estaba bastante somnoliento cuando se sentó a lomos de un lobo de las nieves. Cuando por fin regresó a casa, se reunió primero con el Jefe Hong y los demás, para hablar del comercio con los bárbaros y comprobar los deberes de Yu Zhou en los últimos días.

Se lavó y se fue a la cama en cuanto oscureció.

"En ningún sitio se está tan a gusto como en casa." Yu Su se tumbó en la cama y suspiró.

Lu Yan entró en su habitación y lo vio tumbado en la cama. Su mirada recorrió primero las manos, los pies, la cintura y el abdomen de Yu Su antes de acercarse a él.

"¿Quieres un masaje?"

"No". Yu Su le miró y le preguntó: "¿Cómo están tus heridas?"

"Están todas curadas", respondió Lu Yan.

Incluso las profundas heridas visibles en sus brazos se habían curado.

Yu Su lo miró, sin camisa y con unos abdominales bien definidos, sintiendo cierta envidia. Estando los dos solos en la habitación, no pudo resistirse a estirar la mano y darle un pellizco a Lu Yan.

"¿Por qué no puedo tener músculos como los tuyos?"

Él también tenía músculos, pero eran delgados, no tan pronunciados como los de Lu Yan, que exudaban una sensación de fuerza.

A Lu Yan se le cortó la respiración cuando Yu Su le pellizcó. No pudo evitar agarrar la mano de Yu Su y devolverle el favor.

"Qué suave", comentó Lu Yan.

Yu Su se quedó sin habla.

Miró fijamente a Lu Yan y retiró su mano.

Al ver la cara de disgusto de Yu Su, Lu Yan añadió: "Pero muy guapo."

No era un cumplido vacío de Lu Yan. A sus ojos, Yu Su era realmente guapo. Especialmente después de alcanzar la Fase de Fundación, su piel parecía de jade blanco, suave y elástica al tacto. Había una ligera suavidad y equidad en su revés, dejando marcas con sólo un poco de presión, contrastando fuertemente con Lu Yan.

En el momento en que Lu Yan pellizcó la mano de Yu Su, Lu Yan sintió como si su alma hubiera quedado atrapada en ella, deseando poder seguir masajeándola.

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