CAPÍTULOS DEL 384 AL 391

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CAPÍTULO 384. LA DAGA
DEL SIRENO (1)

El pequeño Pájaro Místico quemó todas las ruinas con su fuego divino.

No encontraron nada excepto la daga sacada por Yu Su.

Yu Su estaba algo desanimado: "Todos los tesoros espirituales, armas mágicas y tesoros de oro y plata han desaparecido."

El pequeño Pájaro Místico le picoteó el pelo enfadado, "¿Puedes culparme? Sólo intentaba salvarlos a todos."

Yu Su se apresuró a proteger su pelo, "Vale, vale, lo sé. Basta ya."

Lu Yan observó cómo se peleaban y, de repente, escupió sangre.

Yu Su se sobresaltó y le agarró la muñeca para tomarle el pulso.

"Tus heridas internas son bastante graves."

El león dorado volador de repente se volvió loco hace un momento, y Lu Yan bloqueó delante de Yu Su, recibiendo un mayor impacto y heridas más graves que Yu Su.

Pero ahora que había escupido la sangre, Lu Yan se sentía mucho mejor por dentro.

Yu Su sacó la Píldora Revitalizante y le pidió que se la tomara.

La potencia de la Píldora Revitalizante alivió las heridas internas de Lu Yan, mejorando significativamente su complexión.

Yu Su, "Vuelve y descansa bien."

Lu Yan asintió, "¿Y tú? ¿Estás bien?"

Yu Su, "Mi herida es menos grave que la tuya. Estaré bien después de unos días de descanso."

Lu Yan miró las ruinas que se habían convertido en cenizas y dijo: "No sé si el propósito de la orden del Dios Supremo para que viniéramos aquí se ha logrado."

Yu Su, "Por supuesto. La cosa dorada que vi es la cola del león dorado volador. El Dios Supremo me estaba pidiendo que mate a este león."

El león dorado volador había sido infectado con qi maligno y pronto estaría completamente endemoniado.

Si no venían a matarlo y escapaba de la jaula, la gente de esta tierra sufriría.

El pequeño Pájaro Místico espetó: "Sólo quería engañarte. Si no fuera por mí, te habría tragado ese león."

El único que se atreve a decir que el Dios Supremo Baize es un embaucador debe ser el pequeño Pájaro Místico.

Yu Su, "Incluso tienes la cara para decir eso. Si no fuera por esta daga, habríamos sido quemados por tu fuego divino, así que es esta daga la que nos ha salvado."

Yu Su sacó la daga.

A la luz del sol, esta daga parecía aún más hermosa e impresionante.

El pajarito no supo cómo replicarle entonces. El fuego divino de hace un momento casi los quemó.

Mirando esta daga, el pequeño Pájaro Místico también estaba lleno de curiosidad. "¿Cuál es el origen de esta daga? Puede incluso matar a ese león maloliente."

Yu Su negó con la cabeza: "No lo sé, pero acabo de ver a la criatura sirena de esta daga abrir los ojos."

Al oír eso, Lu Yan y el pequeño Pájaro Místico se apresuraron a mirar los ojos del sireno.

Pequeño Pájaro Místico, "¿Estás viendo cosas? Sus ojos están claramente cerrados."

Yu Su, "Los acaba de abrir, e incluso le he mirado a los ojos."

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